La decisión de la aerolínea Monarch de suprimir -en contra de lo que había anunciado en la World Travel Market- de dejar de operar entre Menorca y el Reino Unido a partir del 9 de enero y hasta el 27 de marzo, ha provocado reacciones. Desde la oposición, el PSOE anuncia que reclamará un plan de conectividad aérea para la temporada media y baja en la Isla.
Desde el equipo de gobierno del Consell insular, la consellera Salomé Cabrera explica que ya están trabajando para recuperar esta conexión aérea, para lo que están en contacto con la Oficina Española de Turismo en Londres y están sondeando otras compañías para que ocupen el vacío de Monarch.
Lo cierto es que esta aerolínea arrastra importantes problemas económicos que han provocado mil despidos y el replanteamiento de varias rutas, entre ellas el trayecto Menorca-Reino Unido de enero a marzo.
Menorca sufre los efectos de la falta de una masa crítica necesaria para garantizar un mínimo volumen de pasajeros. Sin usuarios, el trayecto no es rentable, y cualquier empresa privada huye evita las pérdidas. La respuesta está en lograr una economía menorquina más dinámica, activa y productiva.
