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La nueva normativa para la ocupación de la vía pública de Ciutadella –que entró en vigor el 10 de junio, cuando ya había arrancado la actividad turística, y que el Ayuntamiento comunica a los afectados durante el mes de julio- ha enconado los ánimos de numerosos comerciantes, que expresan abiertamente su discrepancia tanto por las formas utilizadas como el contenido de la ordenanza.

Revocar en plena temporada las autorizaciones concedidas para todo el año, con unas compras de género y previsiones que ahora las empresas no podrán cumplir, evidencia imprevisión e insensibilidad.

Entrando en el fondo de la cuestión, se aplica un criterio que iguala a todas las tiendas y establecimientos, que solo pueden ocupar un metro cuadrado, con independencia de la anchura de las diferentes calles y plazas donde están ubicadas, los metros de fachada de cada local y las características específicas de cada espacio público.

El Ayuntamiento de Ciutadella, a diferencia de otros municipios como Maó y Es Mercadal, ha optado por imponer unos criterios restrictivos en los que priman consideraciones estéticas sobre la dinamización económica de los centros comerciales. Se impone la reflexión para revisar y analizar la oportunidad y el acierto de esta nueva ordenanza de ocupación de vía pública en Ciutadella.