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Una de las iniciativas empresariales que ha destacado en los últimos años es la promoción de proyectos de hoteles con encanto, ubicados en los centros históricos de nuestras poblaciones, especialmente en Ciutadella y Maó. Este tipo de proyectos presentan aspectos muy positivos que conviene destacar: permiten recuperar edificios históricos en desuso; animan la actividad en los centros urbanos; generan una oferta residencial de gran calidad lo que atrae un turismo de mayor nivel y, en definitiva ayudan a mejorar la imagen de Menorca como destino.

Ahora dos edificios de la Iglesia diocesana, en el centro de Ciutadella, sin uso desde hace años y en muy mal estado de conservación, van a ser rehabilitados para convertirse en hotel. Se trata de Sa Catòlica y una parte posterior de Cal Bisbe. El acuerdo alcanzado con el grupo de capital francés Mare Terra, también promotor del hotel de Can Faustino, es el primer paso para desarrollar este proyecto.

El acuerdo permite a la Iglesia diocesana destinar unos recursos a temas de pastoral y a la labor social que lleva a cabo. Es otra consecuencia positiva de una actividad que está en fase de crecimiento.