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Somos 4 matrimonios, de Menorca e Inglaterra residentes en S'Algar. En los 70 nos conocimos. El entretenimiento era nadar, tomar el sol, cenar en algún restaurante y acudir a bailar. S'Algar fue urbanización modélica ideada por los Sres. Sintes y Ferrá, (al final se hizo cargo el hijo de éste, el Sr. C. Sintes.) Actuaban orquestas de la época (Vizams, Mikis, Alhambra, Eolo, Lásser, Preguar…) La gente acudía al baile bien ataviada, gente educada y elegante, bien vestida (actualmente, conceptos ya en desuso). Conocíamos al personal en general: camareros, recepcionistas, etc... y clientes que aún siguen viniendo.

Nos centraremos sin embargo en estos últimos dos años, tomando como referencia el 2015 y 2016, es decir a partir de la compra por parte de la nueva empresa actual.
Hablando con residentes y clientes, también opinan lo mismo que pensamos los demás. Los valores que se concibieron para la urbanización donde convivimos residentes y extranjeros junto con los clientes de los hoteles eran otros distintos a los actuales. Personal de toda la vida ya no están; algunos se jubilaron, otros que lo desearían ¡y no pueden aún! El trato que recibía el personal de la familia Sintes hasta su venta fue exquisito (doy fe como extrabajadora hace más de 30 años). Hablamos varias veces con el personal, los que aún aguantan estoicos y con el nuevo de última generación, algunos coinciden en no estar del todo a gusto.

La nueva compañía tiene un complejo hotelero en Pollensa (como es lógico al ser S'Algar de su propiedad) intentan que sea calcado a su imagen y semejanza. Cabe recordar que Mallorca (aunque el mallorquín no lo podrá entender jamás) no se asemeja para nada a Menorca, ni ninguna de las islas tampoco entre sí. Incluso daba la sensación de no interesar mantener al cliente de siempre aquel repetidor que venía por devoción y fidelidad, y tras él sus congéneres. Valores pretendidos desde la base. La familia Sintes, este año, hubiera cumplido su 50º aniversario. Mantener un negocio de este volúmen y demostrar ser un referente en el turismo no se consigue todos los días y a veces ni se logra jamás.

Parece ser que las ideas van encaminadas en atraer al turismo joven, pero si esa fuera la intención, no se ha tenido en cuenta un elemento vital, S'Algar no tiene playa de arena, requisito indispensable para ello. Se quiere desviar la clientela en tres sectores (según escuchamos). En el Hotel San Luis, colocar al turista más joven, juerguista,. el de la litrona con shows imitadores de artistas internacionales, y desgraciadamente no hace falta desplazarnos de nuestros apartamentos, desde allí se escuchaba todo alto y claro.

En el Hotel S'Algar gastaron su presupuesto en la terraza del comedor al aire libre (que por cierto quedó muy bonita) y en el Bar Piscina al que llaman Seaclub para la gente mediana; escenario, pérgolas, mesas estilo moderno ó snob,... pero aburriendo a la gente con música acústica y chill out. Hasta junio la gente se sentaba en la terraza del Hotel Salgar a beber... y en el Seaclub, prácticamente vacío cada día, ni en los meses de junio, julio y agosto había prácticamente gente. El 15 de agosto cerraron a cal y canto y aún faltaba la mitad del mejor mes turístico de la temporada. Demostración de que las cosas no se habían hecho bien. Contrataron Dj's, montones de dúos con guitarrita y voces, y también solistas que más tarde casi todos iban desapareciendo… Con esta medida se ahorrarían contratar a orquestas de calidad que suficiente falta hacían para la gente que aún le queda algo de dinero para gastarlo. Tenían dos tríos musicales de la Isla, los Goldens y los Velvets….muy conocidos desde años atrás, que hacían las delicias de todos. Admirados por los clientes, residentes y visitantes que llevaban actuando en S'Algar desde tiempos remotos. En junio desaparecen de repente de la animación. Más tarde, el primero, los Goldens, en junio actuaban en Los Naranjos dos veces por semana todo el verano, llenando completamente la terraza cada noche. Más tarde regresaron al Hotel San Luis. De junio a agosto en el Seaclub, solo se dedicaron a probar, solistas, dúos y algún trío o cuarteto, que no gustaba a nadie, la gente como nosotros y los clientes en general nos íbamos a los 10 minutos de oirlos. Mi marido a quien le gusta el fútbol me decía: «cuando un equipo con una alineación determinada funciona, no la toques»… En junio vimos un cuarteto muy aburrido de jazz, y mal vestidos apenas se escuchaban a dos metros, cuando llegamos había tan solo ocho personas y los camareros con los brazos cruzados. Repetimos el sábado y vimos a un teclista sin ninguna persona en la terraza; a la mañana siguiente, un dúo con 12 personas. El resto de las noches, los clientes sentados en la terracita del Hotel S'Algar. Años atrás con un buen ambiente con las actuaciones de los tríos antes citados.

Mientras, en Los Naranjos los Goldens y en el Reina Isabel un grupo de Rock (hacían el agosto) llenos a reventar, actuaciones de calidad, y sin encontrar ni una mesa. A S'Algar le ha faltado la vida y el ambiente de antaño. La gente joven ya tenía un lugar fijo con música chill out, el Dinky y en nuestra época joven en S'Algar Disc. Una pena no se haya explotado mejor la terraza (Seaclub),... pero si es por probar, ánimo, y que no decaiga.

Finalmente Las Palmeras. Dedicado a familias con niños. En julio se nos ocurrió cenar. Una vez en el comedor y leer la carta... ¡Vaya susto! Una persona cabal entiende de la nueva empresa, es echar al cliente ajeno a sus hoteles. Caro, escaso, y… al rato un show terrible…nos fuimos con presteza. Nuestros amigos ingleses dijeron ir de nuevo pero esta vez cenados para tomarnos solo una copa a ver que ofrecían el domingo siguiente. Nos encontramos a dos chicos con guitarras y una batería,… que cosa más …bufff. Un camarero nos dijo que el que cantaba era italiano… La terraza llena de niños, unos jugaban al fútbol y el balón a diestro y siniestro, otro con monopatín, dos se colgaban a lo Tarzán de los hierros del toldo, ... no estamos acostumbrados a ver este tipo de turismo. Algunos clientes vestidos de cualquier manera, uno con el torso al aire a las 10 de la noche.. y la gente cenando.

¡Claro que S'Algar tiene aún y conserva cosas bonitas!… La limpieza de las calles de la urbanización, la mayoría de las noches con su tranquilidad, su pequeño puertecito, su mirador, etc… Aunque se añoraba la ausencia y la mano de la Familia Sintes, y como esto no cambie, rondará su espectro por años que pasen. Hay que darle más vida y alegría en general a esta modélica urbanización de Menorca, pero atinando y con sensatez. Desde aquí animamos, y de corazón, a sus nuevos gestores en su empeño… pero otro año como este… por favor, mejor que no.

Tanto cambio experimental no ha gustado, todo ello por el desconocimiento y los valores de una zona de prestigio de toda Menorca.

S'Algar, quién te ha visto...