TW

Después de cuatro años del caso de Cristian Cotanda, todavía nuestra familia no se explica por qué murió y en especial después de todo lo sucedido, como mentiras e injurias que ha habido en el caso y que después de todo lo demostrado en el momento, no haya ninguna responsabilidad por parte de las administraciones ni de la justicia.

Si no llega a ser porque nos podíamos permitir tomar actuaciones por lo privado, ya que muchas familias en nuestro caso no podrían haberlo hecho, no me habría dado cuenta de que el símbolo de la justicia, ese que lleva una venda en los ojos y que demuestra ser imparcial, en realidad la lleva en los ojos por vergüenza de todo lo que ha visto.

Voy a señalar varios puntos en los que en ningún caso se ha demostrado nada.

1-La autopsia.

Una auténtica chapuza hecha por una persona con la que hable el día siguiente del fallecimiento de mi hermano y me dijo que había indicios claros de mala praxis, pero que luego se retractó como una culebra. Sin consecuencia alguna.

2-Las drogas.

Nunca encontradas tras montones de análisis. Jamás se encontraron ni asteroides ni cocaína ni anabolizantes. Pero ahí lo dejaron y se quedaron tan anchos, manchando el nombre de mi hermano. Sin consecuencia alguna.

3-Documentación.

Mala información documental e incluso cambiando y ocultando detalles que se tuvieron que reclamar varias veces. Sin consecuencia alguna.

4-Declaraciones.

Un doctor que omitió la verdad en su momento porque tuvo un mal día, como se ha demostrado en sus últimas declaraciones ya que en ellas dice y reconoce que se podría haber hecho más (al cual no tengo nada que reprochar ya que es humano y tuvo un mal día, pero reconozco que me ha costado muchísimo llegar a esa conclusión) pero sin consecuencia alguna.

Creo que después de cuatro años merecemos un pequeño reconocimiento y que se cumpla la justicia, ya que es lo único que nos queda, aunque sea a golpe de talonario y pensando muchas veces que no se aclarará nada. Encima la lentitud de este tema no ayuda. Tras tanto tiempo ha llevado a un desgaste innecesario por parte de nuestra familia que en varias ocasiones ha pensado en tirar la toalla y encima nos quitan el derecho a hacer un juicio oral y tienen que hacerse las alusiones por escrito, esto ya es la bomba.

A todo esto debo dar las gracias al abogado y amigo Carlos Salgado y a su familia los cuales nos han apoyado en todo, a pesar de que mis reacciones veces no son las adecuadas, también al doctor Arturo Ortega que nos ayudó con la necropsia y nos dio el resultado de una autopsia científica y más real para poder saber de qué murió mi hermano. Si no fuera por él, todavía no lo sabríamos. Y gracias a todas esas personas que nos han apoyado, mi familia, Silvia, Magdalena, Mandy, Margarita, Nuria, amigos de mi hermano como Robert, Busto, Dina, Iván y miles que seguro que me estoy dejando. Gracias a todos por todo.