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Ante todo, perdonen que no les ponga ningún tratamiento; para mí son una fórmula de respeto y no se lo merecen los que desde sus sillones, a pesar de ser su función principal, sospecho, no lo sienten por sus ciudadanos. Me dicen que es buena persona, no lo dudo; que es amable, lo creo viéndola repartir sonrisas pero me pregunto, ¿le importa el bienestar de los ciudadanos? Aquí sí que tengo severas dudas y me explico… Vivo en la calle Borja Moll y estamos hartos de pasarnos los fines de semana sin poder dormir, sufriendo irritabilidad y ansiedad por falta de descanso, gritos, peleas, coches aparcados con las puertas abiertas y música estridente a todo volumen, coches y motos circulando a toda velocidad, meadas en la vía pública, lanzamiento de vasos, grupos de borrachos tocando incluso tambores desde las 4 hasta las 6 de la mañana cuando van saliendo por la puerta de garaje, indicada incluso como entrada en un cartel enorme arriba, grupos de personas y coches a toda velocidad simultáneamente, de Assucar o de otro local de ocio de la misma calle que suponemos ustedes han autorizado. Sí, lo sé, pagan impuestos pero todos los pisos de esta calle y adyacentes también, ¿no? Y sigo preguntándome el motivo por el que ustedes no han aprendido nada de la situación creada por la discoteca Sí y no evitan que se repita en nuestra barriada, a pesar de las múltiples denuncias y escritos que hemos cursado… ¿Por afán recaudatorio? O simplemente ¿por no tener ni idea de cómo solucionarlo?

Por si fuera poco, enfrente de dichos locales hay un campo de baloncesto/fútbol que al no tener horario, reúne hasta las 12 de la noche, si tenemos suerte, grupos de personas que juegan y que además de celebrar a gritos los cestos o goles, al darle a la madera de soporte de los cestos y porterías, es un repiqueteo continuo de golpes, cual tormento chino y que nos obliga a llamar, en ese caso casi diariamente, a la policía municipal.

Los ciudadanos no queremos que gasten sus energías ni el dinero público en poner o quitar una «h», ni en gastarlos en plaquitas absurdas, básicamente y prioritariamente por no decir exclusivamente, deben estar destinadas en proporcionar tranquilidad y bienestar a los vecinos, personas que trabajan, ancianos y niños, incluso embarazadas y bebés que solo pueden dormir a partir de las 12, sí, repito, tenemos suerte y los policías acuden, los días laborales y de las 12 a las cuatro los viernes, sábados y domingos y… sigo preguntándome el motivo por el que no acaban con esta situación… ¿Por permitirlo la normativa vigente? Anúlenla ya, ustedes los del PP son auténticos magos en proclamar, aforar y cambiar decenas de leyes, casi unilateralmente y con poco o nulo consenso, cuando les interesa, a una velocidad de vértigo, ¿por poder cobrarles alguna que otra multa (en alguna ilegalidad deben incurrir estos locales si son susceptibles de multarlos ¿no?) como ellos mismo reconocen? ¿Por negligencia, ineptitud o impotencia? Si es así, ¡váyanse ya!

Sería interesante saber el destino del dinero que supuestamente han recibido del titular de dicho local, como él mismo informa, en concepto de multa que le han impuesto y que, como indemnización que se supone que es, y usando la ironía, espero que no se quede en las arcas municipales y por honestidad y justicia la destinen a anular los próximos IBI de todas las viviendas de la barriada ya que somos los damnificados y los únicos a quienes corresponden dichas indemnizaciones.

Por cierto, si es verdad que les han abierto expediente, les informo para que lo adjunten, que ayer nos llamó el señor que se identificó como propietario de los locales y de edificios completos de la barriada y que reconociendo las muchas quejas que recibe de sus propios inquilinos, nos aseguró daría orden inmediata de mantener la puerta cerrada de acceso al garaje; no creo que lo hiciera preocupado por nuestro bienestar, más bien supongo, por el aviso del actual arrendador del local de que no seguiría con el arriendo si el Ayuntamiento les obligaba a cerrar a las dos; pues bien, ha cumplido, esta noche la puerta ha permanecido cerrada pero, oh, ¡sorpresa! los mismos grupos de jóvenes, borrachos muchos de ellos, han ido saliendo por otra puerta, la que da a la explanada de Eroski, juntamente con coches a toda velocidad allí aparcados, bajando por la rampa, confluyendo todos en la calle Borja Moll y ocasionando los mismos problemas.

La lógica, coherencia y prevención de problemas nos dice que no se debe permitir nunca este tipo de locales en núcleos urbanos por lo que confío, aunque solo sea por su interés político y ya cercanas las elecciones municipales, que se decidan a cumplir lo que se supone se comprometieron, al aceptar sus cargos, que no es ni más ni menos que poner todos sus medios para conseguir el bienestar general, no de unos pocos.

Atentamente.