TW
0

La migraña es una patología neurológica que afecta a gran número de personas en todo el mundo. Se caracteriza por episodios recurrentes de dolor de cabeza intensos que en la mayoría de los casos se cronifican. Los episodios de migraña a menudo van precedidos de un aura migrañosa y de otros síntomas como: nauseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al sonido.

Esta condición puede tener un impacto negativo en la vida de las personas que la padecen, interfiriendo en sus actividades y hábitos cotidianos, así como en su rendimiento laboral y sus relaciones sociales.

Un buen programa de ejercicios físicos, puede ayudar a disminuir los efectos de la migraña.

Es curioso observar que las personas que padecen migraña, se comportan de manera menos activa que las que no la padecen. Cuando sentimos dolor, es una reacción natural que nuestra conducta sea disminuir al máximo nuestro movimiento. Esta es una defensa de nuestro organismo que sirve para protegerlo de tener más dolor. Es el miedo el que hace actuar de esta manera a los enfermos de migraña limitando su participación en actividades de la vida diaria incluyendo las deportivas. Al tener un estilo de vida menos activo, a la larga puede resultar que se añadan problemas de salud, como la obesidad, el deterioro del funcionamiento cardiovascular, la disminución de la masa muscular y también la disminución de la flexibilidad y el equilibrio.

Los síntomas de la migraña pueden verse empeorados por esta merma de salud.

Es básica la colaboración de personal especializado en la implementación de un programa de ejercicios físicos en el caso de personas que padecen migraña. El programa deberá ser personalizado y con los cambios pertinentes a medida que se realice su seguimiento.

Existen evidencias suficientes, resultado de estudios científicos, que avalan la práctica del ejercicio físico como terapia en el tratamiento de la migraña. El tipo de ejercicio más estudiado para las personas que padecen migraña, es actualmente, el aeróbico de baja intensidad. Se están realizando estudios con el ejercicio aeróbico de alta intensidad, si bien este ejercicio es más difícil de tolerar.

En unos dos meses de ejercicio aeróbico moderado, se puede reducir en un 50 o 60% la intensidad y duración de los episodios migrañosos.

Estas cifras son mejores que los resultados que se han obtenido en algunos estudios de tratamiento farmacológico de la migraña. Los resultados son también mejores en personas que hace más tiempo que sufren migrañas.

Los fisioterapeutas especializados en el campo de las cefaleas, son los indicados para dirigir y programar los ejercicios personalizados y modificarlos según la evolución del paciente.

Existen también otras modalidades de ejercicio como el yoga o el entrenamiento de fuerza pero requieren de más aprendizaje para usar correctamente la técnica.