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El 18 de abril de 1984 ocurrió un hecho anómalo en los anales de la historia diplomática. Aquel día un grupo de personas se manifestaba contra el brutal régimen de Muamar Gadafi frente a la embajada de Libia en Londres. Desde el interior de la legación diplomática, sita entonces en St. James Square, alguien disparó contra los manifestantes y mató a una agente de la policía británica e hirió a varias personas.

Khaled, narrador de Los amigos de mi vida, la última novela de Hisham Matar, fue uno de los heridos en aquella acción criminal. Tenía 18 años estaba estudiando en la Universidad de Edimburgo y aquel suceso le cambió la vida.

Regresar a su país era ya imposible pues no solo se hubiera puesto en peligro él sino también su familia. Así eran las cosas en la Libia de Gadafi como lo son hoy en la Rusia de Putin y en otras dictaduras de diferentes colores.

Lo mismo le sucedió a su amigo Mustafá que fue quien arrastró al inocente Khaled a la manifestación. Ambos se convirtieron en exiliados forzosos que ni siquiera podían explicar a sus familias las razones por las que no volvían a sus casas. Sus cartas y conversaciones telefónicas estaban intervenidas por el espionaje.

Los amigos de mi vida cuenta las peripecias de los dos jóvenes y la historia de su amistad con el escritor Husam Zowa, seis años mayor que ellos. La novela se despliega en el tiempo para hacernos conocer la evolución de cada uno de los personajes principales, algunas de sus relaciones sentimentales y los naturales cambios en sus vínculos entre ellos.

De familia libia, el escritor Hisham Matar (Nueva Yotk, 1970) conoce bien la experiencia de la vida en el exilio. Su padre, Jabalia Matar, considerado un disidente por la dictadura de Gadafi, tuvo que salir de Trípoli y trasladarse a Nueva York. En 1990 fue secuestrado en El Cairo mientras Hisham todavía estudiaba en Londres.

En 2011 publicó “Anatomía de una desaparición” basada en el secuestro de su padre y en 2017 ganó el premio Pulitzer con “El Regreso” en la que contaba su vuelta a Trípoli, una vez derrocado Gadafi, para tratar de buscar noticias de su progenitor quien tras el secuestro había sido encarcelado en una prisión libia y a los seis años de estar en la prisión su pista se había perdido definitivamente.

La brutalidad de la dictadura es junto al exilio y la amistad el gran tema de su última novela en la que también encontramos algunas interesantes reflexiones literarias. Matar domina el arte de la narración y lo vuelve a demostrar en este su último trabajo.

Los amigos de mi vida

Hisham Matar

Traducción de Eugenia Vázquez Nacarino

Editorial Salamandra

462 páginas