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Esta misma semana el MENORCA.«Es Diari» nos informaba: « El Consell elimina 153 puntos de luz en la carretera de Sant Lluís. El objetivo es reducir el consumo energético y para ello también se sustituirán las luminarias de vapor de sodio por otras de tecnología LED»; los responsables del departamento de movilidad del bunker de la plaza de la Biosfera, habían tomado la decisión de reducir los puntos de luz, de la carretera que une Sant Lluis con Mahón y también del túnel de la variante de Ferreries, bien. Todo lo que sea economizar en el gasto eléctrico público, sea bienvenido, adelgazamos la factura y ayudamos a consumir menos en producto petrolero, uno de los principales causantes de la contaminación en CO2, bien. Seguía la información: «subraya el Consell, dentro de lo permitido por las normativas de iluminación vigentes, ya que un correcto alumbrado es un factor determinante en la seguridad de la vía, tanto en la circulación de vehículos como de peatones». Por supuesto, hay que tener en cuenta la seguridad para los peatones que circulan de noche y que los pasos de peatones estén perfectamente iluminados, en caso contrario no justificaría el ahorro energético previsto. Apreciado lector, si eliminan 153 puntos de luz de los 284 existentes, pasando a 131, me pregunto: ¿No se pasaron tres pueblos, los responsables políticos y técnicos, en la última reforma de dicha carretera?, si la reforma hubiera sido en su propia vivienda, no hubiera habido tanto despilfarro económico, hubieran afinado más la puntería.

Dicho esto, recordaba que unos vecinos del Camí de Santa María de Mahón, me habían comentado que se habían quejado por activa y por pasiva, del abandono lumínico que sufría este camino vecinal, que muchas promesas por parte de los responsables de todos los colores políticos de Dalt la Sala, que lo iluminarían y hasta la fecha solamente se han instalado unas tuberías para la ¿futura? instalación eléctrica.

Del camino de Santa Maria, me vienen recuerdos de mi adolescencia, ya que mis padres cada año engordaban un cerdo, per fer porquetjades, el cual lo tenían en uno de los asolls, ubicados en unas tancas de dicho camino, en la parte trasera del Cuartel de Santiago. Vatuadell cent llamps, había que llevarle los restos de comida y es xerigot procedente de Sa Formatgera, aún recuerdo los jodidos tres olores, por supuesto, incluyo el del pobre animalito…primero la comida a nes porc y después a jugar con los amigos a S´Esplanada.

Al anochecer me dirijo al tramo del camino, que va desde la urbanización de Malbuger, hasta la vía de Ronda (avenida del colesterol); vatuadell cent llamps, perdón por la repetición de la frase mallorquina, como decía mi madre una fosca negre, ni una jodida luz pública, solamente las luces de unas casas particulares…oigo unos pasos en la oscuridad, un ciudadano con un perro, nos vemos cuando estamos a dos palmos el uno del otro, comentamos lo tenebroso del lugar, por supuesto no exageramos nada…serviría para una película del Conde Drácula, cuyo papel lo bordaba el malogrado Christopher Lee.

Recomienda el vecindario del lugar, a los que me solidarizo, que los de Dalt la Sala solucionen el problema de una vez e iluminen este tramo de Santa Maria, ya que el resto (al otro lado de la Vía de Ronda) está con los puntos de luz necesarios.

Sería todo un detalle, que de los 153 que van a eliminar en la carretera de Sant Lluis, trasladaran unos pocos al camino de la Santa.