El reo, durante el juicio celebrado el 20 de julio en la Audiencia Provincial de Palma. | PAULA ALONSO

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El Ministerio Fiscal reiteró ayer solicitar al tribunal que mantenga en prisión a Manuel Pons Sánchez, condenado por la Audiencia Provincial de Palma a 23 años y medio de cárcel por abusar de su propia hija cuando era una niña, entre 1999 y 2004, en su domicilio de Ciutadella. El reo cumple condena en el Centro Penitenciario de Menorca desde que fue detenido el pasado mes de enero y juzgado el 20 de julio por los magistrados de la sección primera de la Audiencia.

Pons Sánchez, natural de Ciutadella, aunque en el momento de su detención residía en Inglaterra, fue trasladado ayer al Juzgado de Instrucción número 1 de Maó por agentes de la Policía Nacional, para que declarara por videoconferencia ante el mismo tribunal de la Audiencia que le juzgó. Se trataba de resolver su situación carcelaria tras el anuncio de la interposición del recurso de casación que ha hecho su abogado, Carlos Dubón, ante el Tribunal Supremo. El reo volvió a declararse inocente de todos los cargos que le condenaron.
El letrado solicitó a los jueces la excarcelación de su defendido proponiendo medidas alternativas hasta que el Supremo resuelva el recurso anunciado contra la sentencia de la Audiencia Provincial que no fue firme. La retirada del pasaporte o la obligatoriedad de personarse en comisaría o en el juzgado cada cierto tiempo fueron algunas de las alternativas defendidas por Dubón.

Los jueces valorarán ahora la petición del abogado y la del fiscal y tomarán una decisión, probablemente esta misma semana, aunque lo más factible es que el agresor continúe encarcelado.

El recurso de casación anunciado por el prestigioso abogado ciutadellenc estará fundamentado en una presunta infracción de ley en la anterior sentencia por la aplicación de las dilaciones indebidas. Los delitos de abuso sexual continuado, y otro por haber consumado al menos en una ocasión la penetración vaginal, se cometieron hace doce años por lo que el letrado pedirá que se apliquen las dilaciones indebidas de carácter extraordinario y no simples como se valoraron en el juicio. De ser así la pena descendería en un grado con lo que los 23 años y medio en prisión se verían sensiblemente reducidos.

La declaración aséptica de la víctima, que hoy es una joven de 22 años, confirmando los delitos cometidos por su padre, resultó determinante para que el tribunal ajustara la condena, prácticamente, a los 25 años que solicitaba el Fiscal. Pons Sánchez, según la sentencia, empleaba violencia física con su hija en los abusos sexuales que cometía con ella cuando contaba entre 6 y 10 años de edad.