Maquinaria pesada junto a las instalaciones de Es Nàutic, ayer. | Katerina Pu

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En Ciutadella, las obras de reforma del Camí de Baix se están demorando más allá del mes de abril, que era la fecha prevista para tener culminada la actuación. El plazo no se está cumpliendo y están surgiendo quejas, por los problemas que acarrea a los vecinos y al bar restaurante del Club Nàutic Ciutadella, donde aseguran que están perdiendo facturación a diario.

Es el responsable del establecimiento, Álex Rodríguez, quien pide celeridad para terminar la reforma de la calle, pues «el ritmo que llevan no invita a la esperanza». Porque «la temporada ha empezado más pronto, pero aquí estamos con los accesos cerrados, viene poca gente y hay muchos nervios», admite.

«Tenemos abierto todo el año e intentamos mantener a la plantilla», pero para eso necesitan que las obras no dificulten la llegada de clientes. «Los vecinos se quejan, todo el día hay maquinaria» y llevan meses sin poder utilizar sus garajes y tienen que sortear barandillas y socavones para entrar en sus domicilios.

De hecho, tras consultar con el Ayuntamiento, «ahora nos dicen que las obras estarán listas por Sant Joan», es decir, dentro de un mes y medio.

Imprevistos

Desde el área de Urbanismo del Ayuntamiento, su concejal, Joan Benejam, admitía esta demora y confirmaba que «la empresa nos dice que las obras estarán acabadas por Sant Joan». Una demora que lamenta, pero que confía que no vaya más allá. «Ya están puestas las tuberías y se ha puesto la solera, sobre la que se va a adoquinar». En realidad, «los adoquines ya están aquí».

Benejam apunta que el retraso acumulado obedece a varias causas, la primera, en la fase inicial del proyecto, «fue más difícil excavar de lo previsto, con mucha pedra viva», y luego se han sucedido «un imprevisto detrás de otro», como roturas de tuberías y de cables eléctricos, con los consiguientes apagones de luz incluidos en los domicilios.

El apunte

Joan Benejam: «Estuvimos a punto de perder la financiación del Govern balear»

El concejal de Urbanismo, Joan Benejam, explicó ayer que «estuvimos a punto de perfer» la aportación del Govern balear para este proyecto. En marzo, cuando intentaron pedir una prórroga, en vistas del retraso de las obras, desde el Consolat de Mar informaron que debía haberse solicitado en junio del año pasado. No obstante, tras varias negociaciones, «esta semana hemos recibido la respuesta, nos dan la prórroga», lo que evitará «perder un millón de euros».