La pancarta extendida este lunes en el Parc Rotxina de Maó. | Josep Bagur Gomila

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Después de la celebración el pasado domingo de una manifestación en la que llegaron a congregarse medio millar de personas en contra de la conversión de la Estación Naval del puerto de Maó en una base permanente de la OTAN, la Plataforma per la Pau volvió a movilizarse en la mañana de este lunes bajo el mismo lema: «OTAN no, bases fora».

Sin embargo, en esta ocasión la protesta no fue tan multitudinaria como la de su predecesora. Al fin y al cabo, la de este lunes se reducía a un acto simbólico de protesta en el que se esperaba que fuese el día en que la fragata «Navarra» atracase en el puerto de Maó. Tras la suspensión de su visita a principios de la semana pasada, la organización mantuvo el acto de protesta en pie y finalmente optó por desplegar una pancarta con el mismo lema utilizado en la manifestación: «OTAN no, bases fora».

«La convocatoria era abierta y nos hemos acercado los que hemos podido», afirma Esther Piñeiro, coordinadora del grupo Esquerra de Menorca- Esquerra Unida, el cual está adherido a la Plataforma junto a otras 31 asociaciones.

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La propia coordinadora avisa de que la Plataforma anunciará pronto una nueva convocatoria para establecer futuras acciones con el objetivo de que cese «el incremento belicista».

«El caballo de Troya»

Durante su intervención en el Parlament, la diputada menorquina de Unidas Podemos, Cristina Gómez, afirmó que la Alianza Atlántica es «el caballo de Troya de Estados Unidos en Europa y la base de Maó será su entrada».

En esta línea, Gómez ha presentado una proposición no de ley en contra de que el Ministerio de Defensa ceda la base menorquina para las operaciones de la OTAN, la cual todavía no tiene fecha para ser debatida.

Al mismo tiempo, aseguró que a través de la alianza «estamos apoyando a Netanyahu con un genocidio con más de 30.000 víctimas», en referencia al conflicto en la Franja de Gaza.