El «Ciudad de Granada», durante una de sus visitas al puerto de Maó la semana pasada. | Gemma Andreu

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La queja de la Federación de Asociaciones Vecinales de Menorca por los ruidos y vibraciones que el ferri «Ciudad de Granada» emite en sus escalas en el puerto de Maó ha llegado a oídos de la naviera, pero su respuesta ha sido tajante. «Antes que cambiar de barco cambiaremos de puerto», ha dicho el director de relaciones institucionales de Grimaldi Trasmed, Miguel Pardo, poco antes de reunirse con representantes de la Autoridad Portuaria.

«Nos parece muy extraño que llevemos 23 años operando con este barco en Maó y ahora aparezcan los problemas», ha declaradoa los medios. Descarta que los ruidos y vibraciones estén provocados por la obsolescencia del buque (construido en 2001) o que sea un problema de mantenimiento

Grimaldi Trasmed está a la espera de que la Autoridad Portuaria le haga llegar las mediciones de la Policía Local de Maó y que, según han explicado los vecinos, acreditarían que el ruido del barco que llega a sus casas excede el nivel máximo permitido por las ordenanzas municipales, si bien estas no son de aplicación en el entorno portuario.

A la espera de tener las mediciones

«Cuando tengamos las mediciones podremos evaluar la magnitud del problema, qué lo causa y cómo se puede resolver», ha abundado el directivo de la naviera. Lo que ha descartado de plano es la opción de cambiar de barco -«no es una alternativa», ha declarado- tras recordar que se trata de un activo de valor millonario.

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El posible cambio de puerto, que implicaría dejar Maó para ir a Ciutadella, sería «una medida extrema» pero no la descarta en caso de que Grimaldi Trasmed sea denunciada por los ruidos, tal como ha advertido la Federación de Vecinos, que ha advertido con poner el caso en manos de los tribunales.

Enchufarse en el puerto, la solución

La solución definitiva a este problema sería que los ferris que llegan al puerto de Maó puedan conectarse a la red eléctrica para desconectar los motores, lo que evitaría los ruidos y emisiones durante las escalas. La más larga, de 37 horas seguidas, la protagoniza precisamente el «Ciudad de Granada» los fines de semana, lo que incluye todas las noches de sábado a domingo.

En cuanto a las escalas en los días laborales, Miguel Pardo ha asegurado que el barco llega a las siete de la mañana y ha descartado que sea «una hora intempestiva».

El sistema de conexión a la red electrica, denominado ‘cold ironing’, está previsto para dentro de dos años e implicará una inversión de 3,5 millones a financiar con los fondos europeos. «Seremos los primeros en conectarnos cuando esté disponible», ha dicho el representante de Grimaldi Trasmed, «pero mientras no haya encuche no nos podremos enchufar».