La concesión de los amarres incluye un plan de reformas

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El GOB ha presentado alegaciones al proyecto de ordenación de la Colàrsega del puerto de Maó, que incluye las mejoras y obras previstas por Marina Menorca, que en noviembre consiguió la renovación de la concesión de los amarres por un periodo de 13 años, con un plan de actuaciones para una mejora de las instalaciones y servicios.

Los ecologistas alegan en tres cuestiones destacadas y reclaman un mayor control e informes técnicos.

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La primera es que la incorporación de dos desaladoras provocará el vertido al mar del puerto de unos 52 metros cúbicos de agua con salmuera, que al tener mayor densidad tiende a depositarse en el fondo, en una zona, la Colàrsega, donde menor es el movimiento de renovación del agua. El GOB pide un estudio sobre los valores naturales de la zona y un actuación de seguimiento ambiental.

También está previsto, según la organización ecologista, llevar a cabo un dragado de 2.500 metros cúbicos de la zona de la concesión y del espacio próximo al torrente. El GOB asegura que este punto resultó afectado por vertidos de las fábricas de bisutería durante décadas y que hay presencia de cobre, mercurio, plomo y butilestaño, Por eso, pregunta cuál va a ser el destino del material dragado y qué controles se llevarán a cabo durante el proceso.

Finalmente, los ecologistas destacan el incremento de ocupación de la lámina de agua, que estiman en unos 2.000 metros cuadrados. Recuerdan que la ley balear de Evaluación Ambiental obliga a someterse a un informe de este tipo cuando hay un incremento de ocupación de lámina de agua. También precisa de este informe cualquier proyecto que pueda afectar a los ecosistemas marinos, como podría ser este caso, según apunta el GOB en una nota de prensa.