El Ayuntamiento de Maó no ha tramitado hasta ahora ninguna sanción. | Josep Bagur Gomila

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Las tres cámaras de vigilancia que limitan el acceso al centro de Maó a los vehículos autorizados, empezarán a sancionar el próximo 29 de febrero, y un mes después, a finales de marzo, también lo harán los radares que controlan la velocidad en la Vía de Ronda, la entrada a Sant Climent y el polígono industrial, a la altura del polideportivo municipal.

El Ayuntamiento de Maó instaló las cámaras y los radares en febrero de 2022, pero hasta ahora únicamente habían cumplido una función disuasoria, sin emitir ninguna multa. Durante estos dos años, desde el Consistorio aseguran que han estado afinando el funcionamiento de todo el dispositivo y solventando algunos problemas técnicos, y después de comprobar que todo funciona correctamente, finalmente se iniciará el periodo de sanciones.

Campaña informativa

Una vez el Consistorio se ha asegurado de que todo el engranaje funciona con precisión, el próximo 19 de febrero se iniciará una campaña para informar a la ciudadanía de que las cámaras del centro, situadas en las calles Josep Anselm Clavé, Sa Lluna y Sant Jordi, empezarán a emitir sanciones a partir del 29 de febrero.

La campaña se dividirá en dos fases, una anterior al inicio del periodo sancionador y una posterior, cuando ya se estén tramitando las posibles multas. En la primera fase, los contenidos se difundirán a través de los medios de comunicación y también mediante los canales propios del Ayuntamiento, como WhatsApp, SMS o correo electrónico.

En 2022, el Ayuntamiento de Maó instaló cámaras en el centro de la ciudad para restringir el acceso. | Josep Bagur Gomila

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Además, se realizarán acciones informativas a pie de calle, entre el 19 de febrero y el 8 de marzo, en las cuales los informadores se situarán en los tres puntos de acceso restringido al centro y repartirán dípticos informativos, que servirán para avisar de la inminencia del inicio del periodo sancionador. Los informadores contarán con el apoyo de los agentes de la Policía Local.

En una segunda fase, con el dispositivo ya en funcionamiento, los informadores avisarán in situ a los infractores que cometan una ilegalidad y les advertirán de que en el plazo aproximado de un mes recibirán la notificación de la sanción. La multa por no respetar la prohibición de acceder al área de tráfico pacificada será de 80 euros, con un descuento del 50 por ciento por pronto pago.

Última fase del proceso

El inicio del periodo sancionador será la culminación de un proceso que el Ayuntamiento puso en marcha en 2022, con el objetivo de reducir el tráfico de vehículos en la Esplanada y el centro histórico de Maó. Por ello, se restringió el acceso a los residentes y servicios del centro de la ciudad, y en estos momentos son unos 4.000 los vehículos autorizados.

Después de una primera fase informativa, el Ayuntamiento inició un segundo periodo de evaluación y recogida de información, que se ha alargado más de lo previsto, a causa de los problemas técnicos que se han tenido que solventar, puesto que se detectó que las cámaras no leían bien las matrículas y que hacían fotos cada treinta segundos a los vehículos que paraban. Ahora, con el inicio del procedimiento sancionador, finalmente se llega a la última fase.

Las claves
  1. Pacificación

    Las cámaras que controlan el acceso al centro de Maó se instalaron en 2022, para evitar que los vehículos no autorizados accedan al casco antiguo. Durante estos años, el Consistorio no ha tramitado ninguna sanción, aunque se ha conseguido reducir los vehículos que pasan por la Esplanada.

  2. Sanciones

    A partir del 29 de febrero, el Ayuntamiento empezará a tramitar las multas, después de un largo período de concienciación y de puesta a punto del sistema. El próximo lunes, se pondrá en marcha una campaña para avisar del inicio de la fase sancionadora.