Las praderas de posidonia son el pulmón del mar por su función de filtrar y oxigenar el agua. | T. OLIVES

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El Servicio de Vigilancia de la Posidonia del Govern ha movido 894 embarcaciones que estaban fondeadas sobre esta vegetación marina en aguas menorquinas en lo que va de verano, y que se han visto obligadas a buscar otro emplazamiento. Esa cifra supone el 4,7 por ciento de los barcos comprobados en el litoral de la Isla. En el conjunto de Balears han sido casi 5.000 los barcos fondeados de manera incorrecta y a los que se ha instado a moverse, según información recogida por la Cadena SER. El Servicio de Vigilancia de la Posidonia, gestionado por la Conselleria balear de Medio Natural (antes de Medio Ambiente) se implantó en 2017 y el tipo de actuación más frecuente es la comprobación de que el fondeo sea correcto.

Según el informe Mar Balear de la Fundació Marilles, de 2018 a 2021 se redujo el porcentaje de embarcaciones revisadas que presentan un fondeo indebido sobre posidonia, que pasó del 17,3 por ciento al 4,7 por ciento. Una caída drástica en la que también cabe tener en cuenta el descenso de actividad turística y náutica en 2020 y 2021 a consecuencia de la pandemia.

A partir de ese momento la presión náutica en las Islas ha ido en aumento y en 2022 el porcentaje volvió a aumentar hasta un 10,8 por ciento de las embarcaciones revisadas (dato del conjunto de Balears).

El año pasado el Servicio de Vigilancia llevó a cabo 202.732 actuaciones (incluyendo embarcaciones informadas, asesoradas, comprobadas y movidas) y 5.712 tuvieron que cambiar de sitio por estar mal fondeadas y dañar la posidonia.

El informe de Marilles constata que Menorca es la isla con el mínimo de actuaciones del servicio en 2022, un total de 3.144 y la mayoría, un 80 por ciento, fueron de comprobación del fondeo. Un 8 por ciento de las embarcaciones tuvieron que ser movidas (250) y se levantaron 51 actas de infracción.

La fundación señala algunos de los factores que inciden en la protección del fondo marino en Menorca: la existencia de un gran número de veleros charter extranjeros, barcos de alquiler sin titulación, limitación de arena una vez saturada la zona y falta de campos de boyas en lugares como la Illa de l’Aire, ahora con un proyecto en trámite. Por esloras, en los últimos tres años los barcos que más tuvieron que moverse en todas las Islas fueron los de 0 a 15 metros.

El apunte

Desde 2022 las barcas operativas son cinco, una del Consell insular

El Consell reforzó el servicio de vigilancia el año pasado aportando una barca propia. De este modo son cinco las embarcaciones operativas: dos que cubren la costa sur, la barca ubicada en el parque de S’Albufera des Grau, otra de mayores dimensiones con base en Fornells que aporta el Govern, y por último, la que puso el Consell en 2022 también con base en dicha bahía.