Lluis Villalba y Jaume Victory, junto con Carolina Febrer, responsable de la Policía Local. | Gemma Andreu

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La falta de agentes de la Policía Local ha sido, desde hace muchos años, una constante en Es Migjorn Gran. Sin embargo, la incorporación de tres nuevos efectivos a la plantilla rompe esa tendencia para contribuir a mejorar el servicio en el municipio, hasta el momento muy limitado. En la mañana de este martes ya tomaron posesión de su cargo dos nuevos agentes, Lluís Villalba y Jaume Victory, y el Ayuntamiento espera que, en las próximas semanas, se incorpore una tercera persona al cuerpo policial.

Lluís y Jaume ya han empezado su camino como agentes de la Policía Local de Es Migjorn Gran, tras haber finalizado el curso básico de la Escuela Balear de Administración Pública (EBAP), que les capacita como policías locales y les habilita para incorporarse al servicio, después de haber cursado un total de 960 horas lectivas en diferentes materias de competencia policial. Aunque serán efectivos en prácticas durante los próximos seis meses, optan a un proceso de plazas fijas por el cual, pasado ese período, pasarán a ser funcionarios de carrera.

En declaraciones a este diario, Lluís Villalba y Jaume Victory aseguran que asumen sus nuevas funciones con «ilusión y muchas ganas». Carolina Febrer, responsable de la Policía Local de Es Migjorn Gran, reconoce que la predisposición de estos dos nuevos agentes y la incorporación de un tercero en las próximas semanas permitirá mejorar la imagen del servicio en el municipio y darle «más visibilidad». Hasta ahora, tan solo había dos efectivos (aunque uno estaba de baja), que aumentarán hasta cuatro tras un próximo ajuste de la plantilla.

El apunte

Dispuestos a mejorar la imagen de la Policía Local y a poner en valor el servicio

Carolina Febrer, coordinadora jefa de la Policía Local de Es Migjorn Gran desde 2018, asegura que la figura del agente sigue estando poco valorada en el municipio. «Tenemos una doble función que no gusta a todo el mundo, sancionar a quien lo hace mal y ayudar al pueblo cuando hay algo que no funciona», explica. Esto, dice, en un pueblo tan pequeño, hace que no todos te miren «con buenos ojos». Pero Carolina confía en que «la ilusión y las ganas de los nuevos agentes mejorará la imagen de la Policía», algo que buscan conseguir los propios efectivos.