Nada más despegar, los tripulantes del vuelo FR6882 detectaron problemas técnicos en el avión y desviaron su trayectoria, aterrizando de nuevo y sin complicaciones en el Aeropuerto de Menorca sobre las 18.30 horas.
La aeronave quedó aparcada en tierra, a la espera de ser revisada y reparada por el equipo de mecánicos. En cuanto a los pasajeros, todos ellos fueron recolocados en otros vuelos que salieron el mismo viernes y sábado dirección Barcelona.
Reducción de conexiones
Ryanair mantendrá la conexión entre Menorca y Barcelona este invierno. La aerolínea ha volcado su programación para los próximos meses y, según se muestra en su página web, continuará ofreciendo vuelos entre Maó y la capital catalana.
También mantendrá, durante los meses de temporada baja, la conexión entre Menorca y Málaga, aunque con una oferta de vuelos mucho menor en comparación con la que ofrece entre Maó y Barcelona.
Por el contrario, Ryanair dejará de operar a finales de octubre vuelos con destino Alicante, Madrid, Santiago, Sevilla y Valencia, como hacía hasta ahora.
3 comentarios
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Que poco rigor con los hechos, mi esposa fue una de las afectadas y se tuvo que pagar el pasaje para poder volar en la mañana siguiente. Se tuvo que pagar la cena y el desayuno, con lo que correspondió Ryanair fue con el hotel. El colmo de los colmos fue que al ir a solicitar la compensación la web de Ryanair no la reconoce como pasajera del día 14/10, vuelo FR6882, si tengo oportunidad os explicaré como termina todo, yo estoy jubilado y tengo mucho tiempo, di hay que ir a reclamar a los tribunales iremos, saludos.
Aquestes cosetes son ses que han de surtir per es diarI, SA VERITAT !!!!
Esta noticia, en su redactado, se ajusta poco a la realidad vivida el viernes por la tarde, puesto que fui uno de los afectados, junto a mi mujer y mis dos hijos pequeños. Es cierto que volvimos a aterrizar en Menorca a las 18:30, pero, a partir de ahí, empiezan las discrepancias con lo explicado en la noticia. Ningún pasajero pudo ser reubicado hasta las 23:30 horas de la noche del viernes, puesto que la compañía no quería reconocer que iba a ser imposible viajar ese mismo día (los ingenieros que debían revisar la avería, supuestamente, estaban en Italia). También cabe decir que la compañía a las 21:30 empezó a repartir vales de comida para cenar, pero dieron solamente 4 euros por persona para ir a canjearlos a un establecimiento (no haremos publicidad) donde un simple bocadillo ya vale el doble, como mínimo. También cabe recalcar que, por cuenta propia (no reubicados por Ryanair) , un grupo de pasajeros decidió comprar un billete de Vueling para poder volar a las 22:50. Para acabar, entre las 23:40 y las 02:30 (¡tras seis horas de espera en el aeropuerto!), la compañía sí reconoció que el vuelo se cancelaba y empezó a reubicar a los pasajeros para poder salir en el vuelo de las 07:40 del día siguiente. VERGÜENZA.