Podrán pedir el subsidio en el SEPE sin pasar por el SOIB. Foto:    ARCHIVO | Gemma Andreu

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Con la llegada del mes de abril se inicia de la temporada turística y con ella los trabajadores fijos discontinuos que se dedican a este sector regresan a sus puestos de trabajo. Según datos ofrecidos por la Conselleria de Trabajo del Govern, en Menorca 1.202 empleados en esta situación han sido llamados para reincorporarse. Sin embargo, son muchas las platas hoteleras o negocios turísticos que retrasarán su apertura unos días o semanas y, por tanto, muchos de esto trabajadores verán demorada su activación.

Desde el sindicato de CCOO, Antonio Soria, calcula «de forma muy aproximada» que del total de trabajadores fijos discontinuos de Menorca, el 70 por ciento no empezará a trabajar el día 1 de abril. Una fecha que marca el fin de la vigencia de la bonificación extraordinaria habilitada para este grupo de empleados que fue motivada por las restricciones por la covid. Finalmente, este colectivo tendrá derecho a optar a la prestación o subsidio.

Así lo anunció ayer la Conselleria de Trabajo del Govern en una reunión con los secretarios generales de servicios de UGT y CCOO para informarles de las gestiones con la Secretaria de Estado de Ocupación después de revisar este caso específico.

De esta forma, los trabajadores que hayan generado derecho para cobrar prestación o subsidio ordinario podrán solicitarlo directamente en la oficina del SEPE sin tener que pasar primero por el SOIB, ya que figurarán como demandantes de ocupación. Desde la conselleria recuerdan que cada interesado tendrá que pedir el cobro de prestación en el SEPE de forma individual, ya que no se otorgará de oficio. Desde Trabajo remarcaron también que el SEPE trabajará para que el pago se efectúe lo más rápido posible.

Más reincorporaciones

El número de fijos discontinuos que empezarán a trabajar en abril -1.202- supone un 20 por ciento más que en 2019, cuando fueron 936, a pesar de que entonces la Semana Santa cayó en las mismas fechas. Sin embargo, los sindicatos defienden que un millar de personas sigue siendo una cifra muy baja.