La presidenta del Consell, Maite Salord, presidió la junta de alcaldes que abordó el tema de residuos. | Gemma Andreu

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La carta a los Reyes Magos salía demasiado cara. Cabe revisarla e intentar mejorar el servicio con un coste razonable. Es lo que ha ocurrido con el pliego de condiciones que debe regir el nuevo contrato de gestión de la red de deixalleries de Menorca después de que la lista de peticiones y mejoras planteada por cada Consistorio haya supuesto un incremento del coste del servicio demasiado elevado para algunos ayuntamientos.

La reunión de alcaldes celebrada ayer de forma urgente y extraordinaria para abordar el documento elaborado por el Consorcio de Residuos Urbanos de Menorca sirvió para acordar que cada ayuntamiento revisará sus demandas para descartar aquellas que no son prioritarias con el fin de ajustar el precio del contrato.

Así lo aseguraba ayer la presidenta del Consell, Maite Salord, tras la reunión, al indicar que el documento es una propuesta abierta que se va a perfilar hasta lograr el máximo consenso de todas las partes. Indicaba además que el Consorcio «no ha incorporado nada que los ayuntamientos no pidieran». Incluye tanto peticiones municipales como aspectos que vienen de obligado cumplimiento normativo. Los alcaldes volverán a reunirse, posiblemente, en febrero, para analizar de nuevo el documento, ya modificado.

Los alcaldes coinciden en que «el pliego era una propuesta de máximos» que ahora «cabe perfilar y ajustar», según apunta el alcalde de Es Mercadal, Francesc Ametller.

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