Matoses traslada su residencia desde Miami y ya se ha empadronado en la Isla para impulsar el proyecto. | Javier Coll

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De Menorca al mundo. La mahonesa que empezará a producirse en la Isla en unos pocos meses viajará no solo a España, sino también a Japón y Estados Unidos para seguir escalando hacia Rusia, Latinoamérica y otros países asiáticos. El ambicioso proyecto que lidera el crítico gastronómico y consultor de marketing Borja Matoses va tomando forma y lo hace desde la convicción de que la mahonesa debe ser el «orgullo» de las mesas y dejar de ser aquel actor secundario que solo complementa.

España no es uno de los mayores consumidores de mahonesa. Es más, está a la cola de Europa. La mitad de la gente no le da importancia, la otra sí. No obstante, para estos últimos no hay un producto que permita cubrir expectativas. Este nicho de mercado es el que quiere cubrir Matoses con la fabricación de un producto icónico en el mundo cuyos orígenes están aquí, en la Isla. Además de España, el elevado conocimiento de Matoses en materia gastronómica permite apuntar alto en exportación.

Está aún tanteando ubicaciones para la fábrica. Lo que tiene claro es que se instalará en un polígono industrial que esté bien conectado logísticamente. Pero la intención es un futuro traslado al campo, para ser fieles a la filosofía del proyecto de incentivar el sector primario menorquín.

Por otra parte, el crítico gastronómico espera que la fábrica inicie su actividad en marzo o abril, siempre que no existan reveses burocráticos. Y si todo marcha según lo previsto, el producto podría ser una realidad en verano, que es cuando se dispara el consumo.

Tiene claro que «no vamos a buscar atajos» para lograr antes los objetivos marcados. La base de su proyecto está en la calidad de la materia prima y, por tanto, del producto final. Se elaborará «con fidelidad a la receta original». Apunta que las mahonesas industriales, con aceites de ínfima calidad, han acostumbrado a los paladares a unos sabores más suaves y con interferencias. La de Menorca se elaborará con ingredientes cien por cien naturales, no llevará almidón, azúcar, ni mostaza y una mínima cantidad de vinagre. Se obtendrá así, «un sabor honesto, no maquillado y desde donde poder despertar los recuerdos de la auténtica mahonesa casera».