Gran parte de los funerales se celebran en iglesias

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Como pasa a menudo, las leyes no se adecuan en su totalidad a la realidad social. Se hace difícil pensar en normas que regulen aspectos de nuestra vida cotidiana y sean aplicables del mismo modo en todos los contextos, situaciones y lugares.

Esto mismo sucede con los funerales de cuerpo presente. Gozan de una gran tradición en Menorca, hasta tal punto que la mayoría de los funerales que se celebran actualmente en la Isla son de este tipo, tal y como apuntan desde la Diócesis. Una minoría son aquellos en los que se oficializa la ceremonia en presencia de las cenizas del difunto.

Pues bien, según la normativa autonómica referente a sanidad mortuoria vigente desde el año 1997, estos funerales no podrían llevarse a cabo, puesto que en su artículo 26 expone literalmente que «en la conducción y traslado de un cadáver no se pueden establecer etapas de permanencia en lugares públicos o privados, excepto autorización expresa de la Conselleria de Sanidad y Consumo». Este punto impide, por tanto, que los féretros con los cuerpos de los difuntos se dispongan en cualquier otro lugar que no sea el tanatorio.

Así pues, hace dos décadas que no se cumple estrictamente la normativa vigente, algo que desde la Conselleria de Sanidad reconocen y defienden alegando, precisamente, este componente tradicional de la ceremonia. Por otro lado, son conscientes de que es un tema muy sensible sobre el que no es fácil hablar ni legislar y remarcan la imposibilidad de actuar in fraganti, es decir, en el momento preciso en el que se está cometiendo la infracción.

Entre otros aspectos, la ley regula el traslado de los difuntos, a los que clasifica en dos categorías según el riesgo que representan para la salud pública. En el grupo I se encuentran los muertos a causa de enfermedades contagiosas o que presentan contaminación radioactiva así como otros motivos que la administración determine por circunstancias epidemiológicas o de salud pública excepcionales que afecten al territorio. El resto de cadáveres, la inmensa mayoría, forman parte del llamado grupo II.


Nuevo decreto

El Govern está preparando un nuevo decreto que sustituya al actual y modifique algunos aspectos que lo adapten a la actualidad. No obstante, el aspecto relativo a los funerales de cuerpo presente no se retoca, es decir, se mantiene igual que en el año 1997. El proyecto de ley, que todavía es un borrador, ha superado la fase de alegaciones y actualmente se están respondiendo las que se presentaron durante el periodo establecido.
Pese a que la nueva normativa se encuentra en una fase avanzada de la tramitación, los partidos de la oposición del Ayuntamiento de Ciutadella tuvieron conocimiento de la existencia de este documento el pasado 26 de octubre, en la reunión de la Junta Municipal de Cementerios, explican desde UPCM.

Tras hacerse con el nuevo texto y analizarlo, el partido encabezado por Joan Triay ha decidido presentar una moción en el siguiente pleno municipal en el que solicita «que el Ayuntamiento de Ciutadella inste al Govern a conciliar en la medida de lo posible la normativa del nuevo decreto que está preparando, con el respeto a las costumbres, ideas y creencias de los difuntos y sus familiares que no impliquen riesgos sanitarios». Al mismo tiempo, reclama que se modifique el artículo pertinente para que puedan seguir celebrándose funerales de cuerpo presente en las mismas condiciones sanitarias que en la actualidad.

La moción, de la que el Govern tiene conocimiento, ha sorprendido en la Conselleria de Sanidad puesto que aseguran que la prohibición de celebrar funerales en cuerpo presente está vigente desde hace 20 años y el nuevo decreto no lo modifica. Además, sostienen que no se ha presentado ninguna alegación relativa a estos actos.