Telefónica acelera la implantación de la fibra óptica en Menorca. | David Arquimbau

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«Su finca ya dispone de cobertura de fibra óptica y próximamente Movistar dejará de prestar servicio sobre la red de cobre actualmente instalada en su vivienda». Es el mensaje de la compañía de telefonía que muchos residentes se han encontrado en el buzón en las últimas semanas y que adelanta una realidad: el ADSL tiene los días contados en Menorca.

El final de la red de cobre que permite el servicio de internet ADSL se dará por dos vías. Por un lado, según han confirmado fuentes de la empresa, en aquellas zonas donde ya llega la fibra óptica ya no se hacen nuevos contratos de ADSL y, por otro, la compañía ha ordenado la «inminente» sustitución del cobre por la fibra en tres de sus centrales menorquinas, las de Sant Lluís, Sant Climent y Cala en Bosc, que dan servicio a más de 4.000 clientes.

Esos usuarios se verán forzados a migrar su servicio de internet de una tecnología de soporte a otra, algo que la compañía ofrece gratuitamente, aunque, eso sí, con el inconveniente de comprometerse a una nueva permanencia de tres meses, en el caso de que solo se contrate el servicio de fijo e internet. La entrada de la fibra supone una mejoría de las prestaciones de transmisión de datos, lo que supone una mejora para los usuarios y puede permitir a la empresa aumentar su facturación, con la opción abierta de captar a clientes interesados en el servicio de televisión. 

Algunas voces del sector de las telecomunicaciones también apuntan a otro factor que está llevando a Telefónica a incentivar las migraciones a la fibra. Con una enorme bolsa de clientes en ADSL, la compañía es blanco de otras empresas del sector que ven en el cambio de una tecnología a la otra la oportunidad de hacerse con parte de su clientela.

Plan Nacional

El cierre de centrales forma parte de un plan nacional que fue comunicado el año pasado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y que implica el cierre de 36 centrales en todo el territorio nacional. El ente regulador de los mercados autorizó los cierres inmediatos en aquellas centrales a través de las que solo da servicio Telefónica.

No obstante, para aquellas centrales desde las que ofrecen servicio otras operadoras, se establece un plazo de cinco años para el cierre, por lo que los clientes de esas zonas, sobre todo las más pobladas, también en Menorca, podrán mantener el servicio ADSL.