La imaginación al poder. La playa de Sa Caleta se convirtió en un colorido escaparate de ingeniería naval casera, con mucha botella de plástico, trozos de madera y flotadores como principales materiales | Josep Bagur Gomila

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Parecía agosto este domingo en Sa Caleta (Ciutadella). Lucía el sol, hacía buena temperatura y resultaba difícil encontrar un hueco para extender la toalla en la arena. ¿El motivo? La celebración de la segunda edición de la Ecotravesía, cuya convocatoria superó todas las expectativas. Hasta 22 embarcaciones de fabricación propia, con materiales reciclados y mucha imaginación, participaron en este evento ideado el año pasado por la joven Olivia Moll, de doce años, promotora de la campaña Recycle for Charity.

La chica no podía estar más contenta ayer a pie de playa poco antes de comenzar la prueba. «Lo que pretendemos es demostrar que una cosa divertida como ésta puede ayudar a mucha gente. La respuesta de la gente ha sido espectacular», comentaba con una amplia sonrisa.

El año pasado se lograron recaudar 1.000 euros, pero el dinero en este caso «no es lo más importante... Acciones como éstas son positivas por el mensaje que se lanza», comenta Ángel Julián, de la Asociación Española contra el Cáncer en Ciutadella, entidad que se ha sumado este año a la organización del evento.

Más allá de la participación, con medio centenar de navegantes, el evento fue un éxito también en lo que a espectadores se refiere, muchos de los cuales se reunieron en Sa Caleta para ver zarpar la flota solidaria con destino a Santandria, travesía que completaron en algo más de media hora. La misma ruta de la primera edición, pero en sentido inverso. Y todo apunta a que habrá una tercera. «Me gustaría que pudiéramos repetir la prueba cada año», comentaba Olivia pocos minutos antes de hacerse a la mar.