Médicos y políticos el lunes en la escalera de caracol, un elemento criticado del diseño del edificio | Javier Coll

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El 21 de abril de 1991 se inauguró el centro de salud de Dalt Sant Joan, el primero de los tres previstos por el Plan de Ordenación Sanitaria de la Administración central para Menorca, que más tarde supondría también la apertura de los centros de Ciutadella y Alaior. Se acerca al cuarto de siglo una infraestructura que tiene también un largo historial de inversiones para irla acomodando al paso del tiempo y que, según reconocen los propios profesionales de la sanidad, ya se creó con un diseño que no era el más apropiado para un centro de salud.

Ahora el Govern se plantea si seguir con las obras que han ido modificando el edificio, tanto en los espacios interiores como la fachada exterior, o si merecería más la pena construir un nuevo centro de salud, idea que se comentó en la reunión que mantuvieron con los coordinadores de centros la presidenta del Ejecutivo balear, Francina Armengol, y la consellera de Salud, Patricia Gómez, durante su visita el pasado lunes. Desde la Conselleria remarcaron ayer que todo está en estudio, que lo ideal sería dar con una solución definitiva a los problemas de este centro, pero que se trata de un «plan de legislatura», nada a corto plazo.


Estrechos

Tanto el director de Atención Primaria del Área de Salud de Menorca como la responsable de Dalt Sant Joan, los médicos Josep Maria Coll y Pilar Taltavull respectivamente, aseguran que el problema fundamental del centro es de falta de espacio y comodidad, tanto para profesionales sanitarios como para pacientes. «Se ha quedado pequeño», señaló Coll, al tiempo que recordaba que se trata del centro de salud más antiguo de la Isla.


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