Los últimos signos de actividad, la maquinaria en el entorno del tramo en obras, también han desaparecido en los últimos diez días | Aeromenorca

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Quien decide la rescisión del contrato pone las condiciones. El ritmo de las negociaciones, también. Así se manifiestan fuentes de la UTE Dragados-Antonio Gomila, quien no aparenta especial preocupación por el giro que ha sufrido el proyecto y la reprogramación de las obras. Por parte del Consell se informa de que prosigue el proceso de negociaciones para el que, el día del anuncio de la rescisión del contrato, se aventuró un término optimista de quince días. En la reunión de alcaldes del jueves de la semana pasada se le preguntó a la presidenta Maite Salord sobre el asunto, pero no hubo información añadida a la conocida salvo alguna estimación relacionada con el posible porcentaje sobre el que se estaría hablando de la presumible indemnización a la UTE.


Causas

Algunos expertos en este tipo de negociaciones no dudan en que cualquier acuerdo pasa por pagar un precio porque hay mucho dinero en juego. Es un tema de mucha enjundia, la rescisión no será fácil ni breve, salvo un pacto oculto de intenciones o garantías de adjudicación del nuevo contrato. Pero lo oculto contradice la transparencia a la que se ha comprometido la presidenta, además de un cumplimiento incierto en un concurso público.

La ley no ofrece precisamente facilidades, aunque el artículo 223 c) del Real Decreto Legislativo que aprueba el texto refundido de la ley de contratos del sector público -vigente hasta el 15 de octubre próximo- sí recoge textualmente «el mutuo acuerdo entre la Administración y el contratista» entre las causas de resolución del contrato. En el apartado siguiente del mismo artículo también se hace referencia a «la demora en el cumplimiento de los plazos por parte del contratista», uno de los argumentos utilizados por el Consell en pro de la rescisión, aunque la norma es estricta en la búsqueda de culpabilidad.

El nuevo cronograma de las obras previsto en este tramo tras la prórroga negociada con el Ministerio de Fomento contempla 1,5 millones para el año 2016 y un millón para el siguiente. En 2017 se concentrarán, por tanto, obras en los cuatro tramos con el fin de completar el convenio de acondicionamento de la Me-1 en 2018.