Josep Juaneda, la alcaldesa Joana Gomila, Noemí Camps y el concejal José López, el jueves en pleno | Josep Bagur Gomila

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La mejora de las expectativas económicas a corto plazo ha llevado al nuevo gobierno tripartito de Ciutadella a no solicitar la actualización al alza de los valores catastrales, que el próximo año habría encarecido los terrenos e inmuebles un 10 por ciento. PSM, PSOE y Gent x Ciutadella entienden que «sería injusto y desproporcionado aplicar esta medida ahora» porque «la carga fiscal que soporta la población ya es importante y porque la aplicación de este aumento no solo afectaría al IBI sino que también se verían incrementados en idéntico porcentaje otros impuestos que se sirven del valor catastral como base para su cálculo». Es el caso del los impuestos sobre Transmisiones Patrimoniales, Sucesiones y Donaciones y Actos Jurídicos.

Además, el equipo de gobierno cree que «sería muy complicado defender ante la ciudadanía la idea de que los inmuebles hayan podido experimentar un incremento de valor estos años, cuando la percepción general de la gente es que el valor de sus casas se ha devaluado». «Resultaría incomprensible y podría d

La aplicación del coeficiente de actualización del 1'10 por ciento «habría supuesto una importante inyección económica», que el propio concejal cifra en 1,2 millones de euros, pero «antes de cargar esta responsabilidad sobre la espalda de los contribuyentes», el gobierno municipal prefiere recurrir a «otros instrumentos para hacer frente a la delicada situación económica de la institución y compensar esta medida».

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