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El vertedero de residuos no peligrosos de Milà reinicia su actividad siete meses después de que la Comisión de Medio Ambiente de Balears ordenara su clausura temporal por problemas de impermeabilización. El fin de las obras de reparación de la celda E, que padecía anomalías, supone recuperar la operativa habitual en las instalaciones y, por tanto, paralizar el traslado de residuos a la planta de valorización de Son Reus, en Mallorca. La celda E empezó a funcionar ayer mismo mientras que el traslado a Mallorca dejó de producirse el viernes pasado, 24 de julio.

La clausura de la Fase I de ampliación del vertedero de Milà supuso el cierre de la única opción de vertido de la Isla, lo que motivó que durante estos meses de emergencia el Consorci de Residus Urbans i Energia de Menorca haya tenido que buscar alternativas para la gestión de los residuos que la planta de Milà no podía albergar. El traslado a la planta de Son Reus empezó a realizarse en marzo y desde entonces y hasta el pasado viernes, cuando se dejaron de enviar las plataformas, se han movilizado 4.984,94 toneladas de residuos hacia Mallorca, con un desembolso total de 720.194 euros.


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