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El estudio de las consecuencias de vivir en un mundo tóxico como el nuestro, que en los últimos dos siglos ha experimentado enérgicamente con seres humanos y materiales desconocidos como mercurio, plomo, pesticidas o arsénico, entre muchos otros, se convertirá en el eje de la 8ª Escuela de Primavera de Historia de la Ciencia, que arranca hoy en Maó. Durante tres jornadas, unos cincuenta expertos y estudiosos del mundo entero, debatirán en la sede del IME sobre la regulación y la gestión de riesgos de substancias tóxicas que nos han afectado desde el año 1800 hasta el 2000. Una cita bianual que está organizada por el IME a través de la Societat Catalana d'Història de la Ciència i de la Tècnica, con la involucración del mundo académico y científico. Por primera vez, las sesiones, que son íntegramente en inglés, se podrán seguir via streaming a través de la web del IME.


Debate e investigación

Como en ediciones anteriores, la Escuela se estructurará en cuatro conferencias y un taller de investigación en el que se ponen encima de la mesa experiencias, debate y contraste académico desde la perspectiva de los diferentes actore que han sido protagonistas como pueden ser la industria, los gobiernos, los expertos, los activistas o los propios pacientes. Las conferencias magistrales estarán dirigidas por cuatro especialistas destacados en sustancias tóxicas como los humos, los pesticidas, el plomo o el mercurio. Así mismo, realizarán un taller llamado «Vivir en un mundo tóxico» organizado en tres sesiones temáticas.

Ciencia y sociedad a debate, tal y como afirma el profesor de historia de la ciencia de la Universidad de Valencia, José Ramón Bertomeu en un congreso que servirá para la reflexión de como regular, controlar y estudiar los riesgos alrededor de los tóxicos.