Imagen de una sala de estar desde el largo pasillo de la residencia sociosanitaria de Santa Rita, abierta en 2008

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La consellera de Bienestar Social, Aurora Herráiz, aprovechará hoy la reunión de la Junta de Gobierno del Consorcio Sociosanitario para aprobar los nuevos estatutos y convencer a los alcaldes y concejales de los ocho municipios de que, en contra de lo reivindicado conjuntamente por los familiares y el comité de empresa, no falta personal en Santa Rita. Al menos, no el que demandan ambos colectivos, que a finales de la semana pasada remitieron un escrito a todos los ayuntamientos para advertirles de la precariedad del servicio.

Herráiz dice «entender a nivel humano» el planteamiento de los familiares y trabajadores, pero recuerda que «mi deber es gestionar el centro con la cabeza fría para garantizar que el servicio que se presta sea lo más eficiente posible. En este sentido, creo que Santa Rita debe gestionarse como una empresa, pero no para ganar más dinero sino para evitar uno más de los graves déficits que nos han conducido a la crisis y a los recortes y hacer que el centro funcione de forma sostenible».

El lunes, durante el pleno ordinario del Consell, «el presidente Santiago Tadeo lo dejó claro a la oposición: Santa Rita está salvada. Precisamente, si no hubiéramos puesto freno a los 400.000 euros de déficit con los que nos encontramos al iniciar el mandato, ya arrastraríamos una deuda cercana al millón y medio que nos abocaría al cierre».

Pero los familiares y el comité de empresa quieren que la administración tenga en cuenta su queja cuando se elabore el presupuesto para el próximo año. Recuerdan que el 16% de los internos no tienen valorado su grado de dependencia y reclaman un «aumento significativo de plantilla», equiparable a la ampliación del número de plazas. «¿Cuánto personal puede sobrar si el desayuno empieza una hora y cuarto más tarde de lo estipulado y cuando en las zonas comunes, repletas de usuarios, no hay un solo profesional a la vista?», preguntan. Hoy esperan respuestas.