A 4 millas de Barcelona, para evitar corrientes y para ganar algunos kilómetros, los nadadores se desviaron hacia Mataró

A 4 millas de Barcelona, para evitar corrientes y para ganar algunos kilómetros, los nadadores se desviaron hacia Mataró

Isaac Pons de Rosa13/07/14 0:00
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¡Misión cumplida! Javier, Raúl y Juan Carlos del Cerro, Abraham Trigo y Chema López han culminado con éxito su hazaña de cubrir a nado la distancia entre Ciutadella y Barcelona. Eso sí, con muchas dificultades e incluso habiendo estado a punto de abortar la travesía por las duras condiciones que se han encontrado en alta mar.

Esta aventura de la Mediterranean Challenge para recaudar fondos para la Asociación Española Contra el Cáncer llegará hoy a su fin cuando los cinco protagonistas lleguen a la playa de la Mar Bella, en Barcelona, después de haber pernoctado en el Port Fòrum, donde llegaron sobre las 18 horas. Y es que los nadadores han llegado a la Ciudad Condal con 18 horas de adelanto sobre lo previsto, y el acto de recibimiento de la expedición se había preparado para este mediodía.

Instantes después de llegar a Barcelona, Raúl del Cerro, tío de Javier, el impulsor de la iniciativa, explicaba que «ha sido un éxito, pero ha sido una paliza, brutal». Y es que después de un buen inicio a la salida de Ciutadella, con la corriente a favor, ya por la noche encontraron «una mar muy picada con olas de 2,5 metros, no veíamos la embarcación y ellos no nos veían a nosotros». Eso llevó a plantear abortar la travesía «por la seguridad de todos», aunque finalmente optaron por subir a bordo, de las 4 a las 6 de la madrugada. Ya de nuevo en el mar, durante el día la situación volvió a mejorar, pero otra vez empeoró la segunda noche, y tuvieron que volver a subir a bordo, aunque solo unos 40 minutos.

Ayer, a 4 millas ya de Barcelona, la expedición se topó con corrientes contrarias «que no nos dejaban avanzar». Eso, y la idea de recuperar los kilómetros que no habían nadado por subir a bordo, les llevó a desviarse de la ruta, en dirección a Mataró. Fue el modo de evitar las corrientes y de superar los 210 kilómetros que se habían fijado antes de la salida.

Sea como fuere, Raúl del Cerro lo tiene claro. «Hemos conseguido algo histórico, irrepetible, aunque lo hemos pasado bastante mal». Hoy, el equipo será recibido en la Mar Bella, donde concluirá este proyecto solidario.