La principal premisa del proyecto consiste en que los artistas restauren sillas aportando su sello personal | Kika Triay

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Los artistas lo saben. Si el público no va a las galerías, la mejor opción es sacar las obras a la calle. El arte busca su sitio, y en el caso de Ciutadella lo ha encontrado en la calle Carnissería, donde el pasado viernes se inauguró el proyecto ArtFresc. Se trata, no obstante, de una iniciativa impulsada por los comerciantes de la zona, pero a la que se han sumado más de una veintena de pintores menorquines o residentes en la Isla.

«El objetivo de esta actividad es, por una parte, transformar la calle en un espacio de arte al aire libre; y por otra, comprobar cómo un objeto cotidiano puede transformarse en una obra más allá de su funcionalidad habitual», explica una de las comerciantes de la calle, Loli Pons.

Y en este caso la pieza elegida ha sido todo tipo de sillas, recuperadas por los artistas en el Taller Mestral que gestiona Caritas para después ser restauradas y posteriormente convertidas en obra de arte con el sello de cada uno. Así, los 25 muebles adornarán hasta finales de agosto otros tantos negocios de la citada de calle de Ciutadella, a la que los empresarios quieren convertir en una vía mucho comercial, un objetivo en el que trabajan desde hace ya varios veranos con la organización de diferentes eventos pero que «resulta difícil de conseguir», apunta Pons.

Muchos fueron los que ayer ya fotografiaron los trabajos de artistas como Marc Jesús, Núria Teruel, Carles Gomila, Josep Moncada, Florit Nint o Jofre, por citar solo algunos de los participantes. Pero el resultado de ArtFresc no solo se puede contemplar, sino también adquirir. Según explican los organizadores el rango de precios es muy variado, y abarca desde los 600 a los 5.000 euros.

En breve, nuevas obras de arte comenzarán a tomar otras calles de la ciudad gracias a una nueva edición del Festival de Street Art, impulsado también por una entidad comercial, Ciutadella Antiga.