Manel Juanico presentó la demanda en octubre del año pasado. | Gemma Andreu

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Sabor agridulce, el que le ha quedado a la pareja de Ferreries que decidió llevar ante los tribunales al Banco de Crédito Balear (Banco Popular) para conseguir que le suprimiera la cláusula suelo de su hipoteca.

La vista oral se celebró el pasado 11 de marzo en el juzgado de Instrucción número 1 de Ciutadella, y la sentencia ha sido favorable a los afectados. Condena al banco a anular la cláusula suelo que les obliga a pagar un elevado tipo de interés, cuando el Euribor está bajo mínimos. No obstante, el Banco Popular ha recurrido la sentencia, lo que implica que la pareja de Ferreries tendrán que seguir pagando la cláusula, hasta que lo resuelva la Audiencia Provincial. Así calculan que tendrán que seguir pagando, «tal vez durante un año», «unos 300 euros de más» cada mes, pese a que la justicia ha declarado nula dicha cláusula. En definitiva han ganado una batalla, aunque no la guerra.

«Estamos contentos con la sentencia, aunque es un problema que tengamos que seguir pagando», manifiesta el demandante Manel Juanico, que pese a todo es optimista, ya que «sabemos que es cuestión de tiempo», aunque se lamenta que la justicia «sea tan lenta», y tengan que pasar «por este camino largo y complicado». Critica que «siempre se favorezca a los poderosos», y lo justifica: «Si la gente denuncia estas prácticas, es porque lo está pasando mal, y le cuesta pagar la hipoteca», por lo que no entiende cómo se puede declarar nula una cláusula suelo y se tenga que seguir abonándola.

La sentencia también determina que el banco tendrá que hacerse cargos de las costas procesales y devolverles lo que les han cobrado de más, desde que interpusieron la demanda (en octubre del año pasado), una cantidad que podría acercarse a los 3.000 euros. De momento, ya que cuando se dicte la sentencia en firme esta cifra se le tendrán que sumar las cantidades pagadas desde ahora.