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El puerto de Maó recibió ayer uno de los invitados más lujosos que se recuerdan en los últimos tiempos. En torno a las 20 horas, atracó en uno de sus muelles el megayate «Naia», una embarcación de recreo, pero de unas dimensiones poco habituales. Ni más ni menos que 73,6 metros de eslora, tan solo cinco menos que el barco de pasajeros «Nura Nova» de la compañía  Iscomar.

El yate logró causar sensación en Maó. Se desconoce quién está disfrutando del privilegio de surcar el Mediterráneo en el «Naia», aunque sí se sabe que es propiedad de un jeque árabe. La embarcación, antes bautizada como «Pegaso», fue en su día el buque oceanográfico más lujoso del mundo, y cuenta con la particularidad de que fue fabricado por una firma española, Freire Shipyard, en 2011.  El yate, el más grande  construido en España, permaneció en los astilleros de la empresa viguesa hasta principios del pasado mes de abril, donde fue objeto de unas remodelaciones exigidas por su nuevo propietario. Lo que sí ha trascendido es que se trata de una embarcación que ofrece la posibilidad de alquiler,  y cuyos servicios se pueden contratar a través de la empresa Camper & Nicholsons,  líder  en todas las áreas relacionadas con los yates de lujo y especializado en la compra, venta, marketing, gestión y construcción de los mejores barcos de recreo en el mundo. Eso sí, no se trata de un producto al alcance de cualquiera, ya que tal y como informan en su página web, navegar una semana en el «Naia» cuesta la friolera de 525.000 euros.

El barco, que «venden» como  «ideal para la máxima aventura» necesita una tripulación de 27 personas y dispone de seis camarotes para una docena de invitados.