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Un total de 4.060 parados de la Isla subsiste con una ayuda por desempleo de 426 euros. El número de desempleados que carecen de ingresos regulares fruto de un trabajo representa a día de hoy el colectivo mayoritario de inscritos en las listas del paro, por delante incluso de los beneficiarios de una prestación contributiva, esto es el ingreso que se percibe tras un período de cotización. Representan el 49 por ciento del total de beneficiarios de alguna prestación, según datos relativos a 2013.

Las personas que se ven abocadas a percibir esta ayuda asistencial que otorga el Gobierno inician el camino hacia el desamparo. Y es que, una vez agotada esta prestación, tan solo tienen derecho a alguna bonificación extraordinaria, ya sea una ayuda estatal que solo se puede otorgar en una ocasión o la Renta Mínima de Inserción que otorga el Consell a aquellas personas que se han quedado sin ninguna cobertura económica. No existen más ayudas procedentes del sistema público de empleo. 

El subsidio es una ayuda que perciben las personas que han agotado la prestación contributiva, han perdido el empleo o tienen más 55 años. Estos colectivos deben cumplir a rajatabla unos requisitos, como por ejemplo, no tener derecho a la prestación contributiva por desempleo, estar inscritos como demandante de empleo, no tener ingresos propios superiores a 483,98 euros mensuales, además de las cargas familiares. 

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