Algunos de los enseres hallados en la gruta en la que apareció el hombre sin vida el pasado domingo | Javier Coll

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El hombre fallecido en una cueva en Es Castell era conocido en los Servicios Sociales del Ayun tamiento de Maó, a los que había acudido en demanda de ayuda, y también había sido atendido por la organización humanitaria Caritas. M.A.G. recibió apoyo de dicha entidad años atrás, pero desde 2012 no tenían información sobre su paradero, hasta que se enteraron por las noticias de que había sido hallado muerto en la zona de Es Pouet, próxima a la urbanización de Sol del Este.

El área social de Maó confirmó asimismo que el hombre había recurrido a la atención municipal, sin que se supiera en este Ayuntamiento ni en el de Es Castell que vivía en la cueva desde hace aproximadamente medio año. Así lo señalaron ayer algunas personas que pasean habitualmente por Es Pouet y que habían visto al hombre, encontrado sin vida el pasado domingo, deambular por los alrededores de la gruta.

El 'sin techo' que decidió alojarse en la cueva de Es Castell transitaba desde hace unos años por el circuito de la exclusión social, pero poco se sabe de los motivos que le condujeron a este final. Algunas fuentes extraoficiales manifestaron ayer que el hombre había tenido problemas con el alcohol, que podía padecer algún tipo de trastorno mental y que años atrás había estado casado y había vivido con su pareja en la Isla.

La noticia causó revuelo ayer en la localidad de Es Castell, aunque el alcalde Lluís Camps explicó que «no era conocido en el pueblo». Desde el Ayuntamiento de Maó, donde estaba empadronado, informaron de que si no se reclama el cuerpo, el contrato de servicios funerarios contempla que la empresa adjudicataria se encargue de darle sepultura.