Los casos de presuntas negligencias médicas aumentaron el año pasado un 15 por ciento en Menorca. Así se desprende de la Memoria del año pasado de la asociación El Defensor del Paciente, entidad no oficial que centraliza las quejas de los usuarios de la sanidad en el país a partir de las denuncias que les hacen llegar los pacientes.
Las quejas por negligencias médicas se incrementaron un 15% el pasado año
El Defensor del Paciente recibió en 2013 un total de 31 demandas procedentes de Menorca, la cifra más elevada de los últimos siete años como también ha sucedido en el conjunto de Balears
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3 comentarios
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Con el gerente actual, no me extraña.
Whelby: La reencarnacion del caciquismo es lo mas parecido a sus ideas
Diuen que hi ha llistes negres dels pacients que fan queixes, i que si un pacient fa una reclamació ja rep la etiqueta de "conflictiu" i el tracte es especial. En un lloc petit com et posis en contra dels metges estas venut.
Se trata de la típica situación en la que se junta el hambre con las ganas de comer. Por un lado tenemos a la masa de pacientes, a la que décadas y décadas de demagogia política han convencido de que la salud es un "derecho", y por tanto exigible. La consecuencia a la que hemos llegado es que cualquier ser humano del mundo mundial, por el simple hecho de nacer, si tiene los pies en España o logra ponerlos de la manera que sea, de forma automática tiene derecho a una asistencia sanitaria completa, integral, de excelencia, y por supuesto gratuita sufragada a cargo de los contribuyentes españoles. La gente considera el "derecho a la salud" como algo inalienable, y eso quiere decir que no pueden ponerse enfermos, y que si se ponen no sólo han de ser atendidos en seguida sino que además han de ser curados. Y como a veces ocurre que se haga lo que se haga hay enfermedades que no se curan, hay tumores irresecables, hay resistencias bacterianas, hay fibrosis, hay adherencias entre órganos que propician lesiones vasculares, hay travesuras de la Naturaleza, hay colapso en las consultas (normal cuando se ofrece de todo y gratis para el que quiera ir por allí), hay urgencias quirúrgicas que obligan a suspender intervenciones programadas (normal cuando no hay quirófano de urgencias) y hay que al final todo el mundo se muere de una cosa o de otra. Finalmente, hay gente que vive de la explotación económica de las "negligencias", y que si un abuelito de noventa años, con tres infartos a sus espaldas, diabético, con los riñones deteriorados fallece por una pulmonía no faltarán "negligenciólogos" que exciten el ánimo de la familia para ver cómo ha sido posible el fatal desenlace y qué es lo que ha fallado en la asistencia. Al mismo tiempo, y también por parte de políticos y burócratas de la sanidad se ha ido extendiendo el concepto de "salud" hasta el punto de que todo aquello que no sea un nirvana físico y espiritual ya constituye una enfermedad, y por tanto susceptible de ser tratada. Si a una chica le deja el novio y se pone triste antes desahogaba su melancolía leyendo folletines de Corín Tellado y ahora es carne de consulta de psicología clínica. Si un niño es un trasto en clase y se porta mal antes el profesor le daba un par de collejas, ese día se iba caliente a dormir, el padre felicitaba al profesor por enderezarle al vástago y el niño iba recto como una vela. Hoy ni el profesor ni el padre se atreven a ponerle la mano encima, se deriva el problema al médico paidopsiquiatra y se atiborra al galopín con pastillas. Si alguien está cansado o lleva tres días sin ir de vientre, qué mejor que ir a Urgencias. Lo de usar condón es obsoleto. Si uno pilla purgaciones eso se cura, si pilla cosas peores no pasa nada porque hoy en día con pastillitas ese se controla y si una se embaraza sin querer tampoco pasa nada porque hay barra libre para librarse del niñito. Si a uno "le duele todo" desde hace veinte años y un buen día le da por pedir hora al médico y tardan una semana en darle cita, eso es intolerable. Hay que reclamar. Por último, todo el mundo sabe que en el sistema sanitario público español quien no llora no mama. El Departamento de Atención al Usuario es clave. Si usted quiere ser atendido antes no lo dude ni por un instante. Vaya a Atención al Usuario, quéjese y su cita con el especialista, su exploración radiológica o su intervención quirúrgica serán adelantadas pasando por delante de otros más resignados a su suerte. Otra cosa que puede hacer es exigir (no pida, no, exija) al médico que marque la casilla de "preferente" cuando le pida una prueba o le apunte para operar. Seguro que no se niega, ya que nadie quiere meterse en follones por algo que ni le va ni le viene, pero si se negara presente una queja contra él y así por una parte usted conseguirá lo que quiere y por otra el facultativo se lo pensará dos veces antes de negar a otro paciente el inalienable derecho de que se le ponga la cruz en la casilla que toca para ir más rápido. La casilla de "ordinario" es para incautos. Por otro lado tenemos a médicos más preocupados cada vez por el tema de las negligencias, y que se ven impulsados al campo de la medicina defensiva. Cada vez se solicitarán más exploraciones, más interconsultas, más valoraciones. Todo por escrito. Hay que descartar. Por si acaso. Una cosa es lo que el sentido común médico dicta que hay que hacer y otra cosa es lo que el instinto antirreclamaciones impone. Que no se diga que ha sido por falta de pruebas. Que no se diga que el alta ha sido precoz. Que no se diga que el paciente no había sido advertido de los riesgos, verbalmente y por escrito. De todos los riesgos. Que no se diga que "he ido al médico y no me ha recetado nada". Luego están las "segundas opiniones" de la Península, temibles. Habitualmente discrepantes del criterio del médico de Menorca. Y claro, los médicos de Barcelona (o de Madrid, o de Panplona, o de Houston) saben más que los de aquí. Y como todo el mundo sabe, las cataratas, los juanetes, las fimosis, las hernias y las amígdalas se operan mucho mejor en la Ruber que en Menorca. Qué sentido tiene ir a un prestigioso centro de la Península y apoquinar un pastizal a un encorbatado profesor para que te diga que el diagnóstico hecho y tratamiento propuesto por un medicucho de Menorca es correcto ? Como mínimo dirá que hay que repetir las pruebas (pagando, por supuesto), matizará el diagnóstico, propondrá hacer el tratamiento allí, en su centro, donde tienen máquinas de "última generación" y 3D (también pagando, por supuesto) y recomendará además hacer un chequeo completo para ver que no haya más enfermedades no diagnosticadas todavía. Lo dicho, se junta un concepto erróneo por parte de los pacientes de lo que es la salud y la enfermedad, una equivocación en las expectativas generada intencionadamente por los políticos, agravado por un sistema sanitario de oferta gratuita e ilimitada y una demanda en correspondencia con una reacción natural defensiva por parte del sector sanitario.