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El portavoz del grupo ecologista GOB de Menorca, Miquel Camps, ha anunciado este domingo que su entidad sigue negociando con la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) un acuerdo sobre el dragado del puerto de Maó y aceptaría que parte de los lodos se devuelvan al mar si son «inocuos».

Los ecologistas isleños aceptan que no todos los lodos y rocas que se extraigan del fondo de la rada mahonesa se depositen en tierra y que los que estén limpios o con una contaminación dentro de los parámetros internacionales se puedan verter de nuevo al mar.

Esta postura difiere notablemente de los postulados que defiende Oceana, organización conservacionista que rechaza que se devuelva al agua ninguna parte de los fangos procedentes del dragado hasta que no se sometan a un proceso de descontaminación.

Se trata de la primera gran divergencia que surge entre estas dos entidades conservacionistas en lo que se refiere al dragado del puerto.

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«La clave de todo está en saber cada material extraído de donde procede y si debe depositarse en la zona de proceso de residuos de Es Milà o no» ha señala Camps. «Si nos garantizan que los lodos son inocuos no tenemos ningún problema en que vuelvan al mar. En esto diferimos de Oceana», ha insistido.

Camps ha incidido en que hay aspectos como las rocas que se puedan extraer y que no están contaminadas y otros materiales que saldrán del fondo del puerto que no requieren ningún trato especial.

En donde prevé más dificultades en la negociación es en los índices que fijan qué fangos están contaminados y cuáles no.

«España tiene una reglamentación anticuada en este campo con respecto a la mayoría de países. Nosotros nos basamos en los parámetros que se aplican en la mayoría de países europeos y de norteamérica», ha explicado al respecto.