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Mi nombre es Natalia Borrás Mascaró, tengo 42 años, estoy casada, tengo dos hijos y regento un videoclub desde que tenía trece. Mi padre montó este negocio familiar y ahora lo llevo junto a mi hermana, María José. Pensó que era un negocio de futuro. Entre mis aficiones figura ver películas y sobre todo asistir a los partidos de fútbol de mis hijos.

El negocio se fundó hace casi treinta años. ¿Cómo ha evolucionado el sector desde entonces?
Pues con muchos altibajos. Al principio fue un "boom" por lo novedoso. Entonces las cadenas de televisión ofrecían poca cosa, y funcionó muy bien. La cosa ya comenzó a bajar con la entrada de las cadenas privadas. La gente se volvió un poco loca con el mando y toda la nueva oferta, pero luego se cansó y eso nos benefició, ya que era todo mucho de lo mismo.

Pero antes de eso la cosa había ido muy bien…
Cuando la gente empezó a ver que la cosa funcionaba, sobre todo en los 80, comenzaron a montarse muchos negocios, llegamos a ser 25 en Ciutadella y ahora sólo quedamos tres.

¿Y cuál es la clave para aguantar tanto tiempo y con esos altibajos?
Pues la verdad es que comprando muchas películas. Hemos conseguido captar mucha gente con títulos de cineclub. Normalmente ése es un cliente que no baja películas de internet, que tiene una buena televisión en casa y que le gusta disfrutar del buen cine. En el fondo es un cliente más fiel, no es que venga todos los días, pero no suele fallar mucho y está muy al día. En cambio, la gente joven baja mucho de internet, pero se da el caso de que también alquilan lo que ya han visto en la red. Al principio lo hacen por la novedad, pero luego les gusta disfrutar de nuevo de las películas con mejor calidad.

¿Cómo han afectado las descargas ilegales?
Internet ha sido la gran crisis de los videoclubs. La gente se piensa que nosotros compramos las películas muy baratas porque, a veces, a los tres meses de estrenarse un film te lo regalan con un periódico. En cambio, nos cuestan un promedio de unos 30 euros más IVA, y hasta que no la has amortizado no ganas nada.

¿Cuántas películas se alquilaban al día en las buenas épocas y cuántas ahora?
Es difícil calcular. Sólo puedo decir que los fines de semana el movimiento es mayor, y en invierno más que en verano, que es la temporada más floja históricamente. En las épocas buenas llegamos a alquilar 250 películas en un fin de semana, y ahora eso es impensable. Hoy día sólo vamos pagando gastos para seguir comprando más títulos.

¿Qué tipo de películas se alquilan más?
Mucha película americana y sobre todo acción y humor…

¿Y el cine español?
Ahora empieza un poco, pero cuesta. Aún hay mucha gente que dice "ay, películas españolas no quiero". Son reacios, pero en cambio, la gente mayor ya está un poco cansada del cine americano.