La artista de Ciutadella confiesa que la enfermedad de un familiar le ha llevado a explorar el arte de otra forma. | Josep Bagur Gomila

TW
0

«Es un caos multidisciplinar, lo asumo», reconoce la artista menorquina Clara Bañón (Ciutadella, 1984), quien ayer inauguró en el Espai d'Art Xec Coll de Ciutadella su primera exposición individual. La muestra lleva por título «Involution//Involució» y, según ella misma explica, es un proyecto que nace de explorar «una doble condición» con la que se ha encontrado en su vida: la de artista y la de cuidadora de un familiar que sufre alzheimer.

«Mi madre era profesora, y a través de ese hecho empecé a hacer conexiones sobre el aprendizaje y el desaprendizaje a raíz de su enfermedad», explica la licenciada en Bellas Artes. Así, el alzheimer se convierte de alguna forma en el hilo conductor de una muestra rica en formatos y en detalles. Y es que en las paredes de la sala Xec Coll se pueden encontrar trabajos que abordan el arte de la acción, el vídeo, la instalación, la fotografía y el estampado.

A todo ello hay que sumar la representación de una tutoría impartida por el pedagogo Pere Alzina a la artista, que en formato de vídeo acabó por convertirse en una performance. «Lo encontré como una forma de conectar también con el mundo de la educación. Lo que hicimos en este caso en realidad fue grabar un proceso creativo y compartirlo», explica la artista. Todo el conjunto de obras se  reúnen en un espacio en el que «el estudio y el trabajo se convierten en un laboratorio de reflexión, acción y libertad, donde el proceso y la investigación en primera persona se establecen como objetivo, más allá del propio resultado», concluye Bañón sobre la exposición, que permanecerá abierta hasta el 4 de octubre.  Con «Involution//Involució» la artista profundiza en un tema, el alzheimer, en el que viene trabajando desde  hace meses gracias a una beca concedida por la Fundación Reynolds y que está centrada en la realización de un mapa de sonidos sobre la enfermedad a nivel internacional.