La jugadora del Valeriano Allès, en el único punto que disputó el sábado ante Extremadura. | Paco Sturla

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Dos semanas son las que lleva la hispano-brasileña Sheila D'Amaro sin poder participar prácticamente de entrenamientos y sobre todo de los partidos del Valeriano Allès Menorca. O al menos, al cien por cien de sus capacidades físicas, que es lo que tanto la propia jugadora bermellón como el técnico Bep Llorens querrían para este tramo decisivo del campeonato liguero. No obstante, parece que la lesión de la pierna izquierda mejora, tal y como la propia jugadora y el entrenador reconocían ayer. Pese a que ven muy complicado que esté del todo recuperada este sábado en el trascendental encuentro en Haro –pista de grandes recuerdos para la parroquia menorquina–, «la realidad es que está mucho mejor respecto a la semana pasada», admitía ayer Llorens. Y es que en estos dos últimos encuentros ligueros, en Alcobendas y sobre todo el sábado pasado ante Extremadura, el concurso de D'Amaro ha sido inferior al habitual, mermada por los dolores que le provoca el músculo soleo, situado cerca de la ingle. «Hoy (por ayer) ya tengo muchas menos molestias y va a mejor, sin duda. No obstante, para jugar en Haro no creo que llegue al cien por cien. Aquí ante Vall d'Hebrón creo que sí podré estar ya a tope», comentaba ayer la jugadora.

Durante esta semana D'Amaro, que el sábado ante el Extremadura saltó a la cancha para jugar un único punto del último set y se la vio cojeando, está ejercitándose con el equipo, «sobre todo de brazos y casi nada de piernas», pendiente de una resonancia magnética a la que se someterá estos próximos días.

Mejora la espalda de Eli
También la líbero ciutadellenca, Eli Gener, empieza a ver la luz del final del túnel. La jugadora, que este año ha tenido poca fortuna con las lesiones, pese a mostrar una absoluta profesionalidad y alinearse incluso infiltrada como le sucedió el sábado ante el Extremadura, advierte que  cada día evoluciona más favorablemente de sus problemas en la espalda.