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La Audiencia Nacional ha rechazado la petición del expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, para incorporar a la investigación contra él por el beso sin consentimiento y las coacciones a Jenni Hermoso una grabación del túnel de vestuarios del Accor Stadium tras la final del Mundial en Sídney (Australia), con la que pretendía combatir las acusaciones sobre las supuestas presiones que denuncia la internacional española.

La defensa de Rubiales entendía que esta grabación aportaba "elementos de valoración sobre lo incierto de las supuestas manifestaciones coactivas efectuadas en aquel momento" por el expresidente de la RFEF a la jugadora del Pachuca mexicano "acerca del beso" que éste le dio en la boca tras la final del partido y "la versión que al respecto debía mantenerse".

El juez del caso, Francisco de Jorge, denegó esta y otras diligencias solicitadas por la abogada de Rubiales y ahora la sección tercera de lo Penal ha avalado su criterio y ha rechazado el recurso que presentó el investigado contra su decisión.

Los magistrados indican en su auto que Rubiales podrá incorporar esta grabación como prueba documental más adelante, en caso de que esta causa, en la que está investigado por agresión sexual y coacciones, llegue a juicio.

En su recurso, la defensa de Rubiales argumentó que con esa grabación nunca trató de acreditar el "ambiente" ni "poner de manifiesto la alegría" de las jugadoras tras ganar el Mundial, sino aportar una prueba para defenderse de las presiones que denuncia Jenni Hermoso.

Del mismo modo, sostuvo que ninguna de las grabaciones que obran en la causa registra los momentos vividos en el túnel de vestuarios, lugar en el que, señaló, la jugadora dijo que Rubiales se le acercó para abordar "el tema del beso" e intentar "imponer su versión de los hechos".

Por tanto, abundaba, se trataba de una diligencia relacionada directamente con el delito de coacciones que se imputa a Rubiales por esas presiones denunciadas por Jenni Hermoso para que justificase públicamente el beso que le dio su superior.

Por estas presiones también están imputados en la Audiencia Nacional tres miembros del equipo de Rubiales cuando estaba al frente de la RFEF: el exseleccionador femenino Jorge Vilda, el director de la selección masculina, Albert Luque, y el director de marketing de la Federación, Rubén Rivera.

Jenni Hermoso todavía no ha prestado declaración ante el juez, que ha programado su comparecencia como testigo para el próximo 2 de enero por petición de la defensa de Rubiales y sus directivos investigados ante incompatibilidad de agendas. Un aplazamiento que, de hecho, ha venido bien a la propia Hermoso, que hubiese estado concentrada con la selección en la fecha originalmente programada.