No fue el día para el Penya Ciutadella ayer en el Coll den Rebassa. En la imagen, Zurbano intenta controlar por alto el esférico. | M. A. Cañellas

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El Penya Ciutadella acumula siete jornadas sin ganar, la peor racha de la temporada, aunque ayer mereció mejor suerte en Mallorca. El equipo menorquín compitió a un buen nivel y apenas concedió ocasiones al rival, que se avanzó a balón parado a la salida de un córner, mediada la segunda parte. Los de casa, que habían ganado los últimos tres partidos en casa por 1-0, se mueven como pez en el agua con el marcador a favor, bien aleccionados para no dejarse sorprender y sumar los tres puntos a pesar de ser un resultado corto. No fue un error sino una buena combinación la que dejó a Zurbano en situación franca para rescatar un punto aunque ayer, en un hábitat en el que no es habitual verle fallar, erró una vaselina que habría equilibrado. Del posible 1 a 1 se pasó al 2-0 en la siguiente jugada, cuando Migue no perdonó.

La primera parte fue de lucha constante en la zona ancha por hacerse con el dominio, con los dos equipos bien posicionados y sin dejar espacios, conscientes de la importancia de no encajar goles, por la dificultad que entraña verse por detrás en un terreno de juego difícil. El equilibrio se reflejó en la ausencia de peligro, sólo una en el bando local, un centro de Julián Gutiérrez que Juanan remató picado en el segundo palo y marchó alto. Los centros del jugador de Alaior desde la derecha y los del capitán, Agus, desde la izquierda fueron el recurso, abortados todos ellos por el meta y zaga visitante. Los de Son Marçal se encomendaron al trabajo de Zurbano en su pugna con los centrales, buscando una asistencia para la llegada de los jugadores de segunda línea.