Damià Marquès, con el campo de Sant Bartomeu al fondo, asumió ayer la gestión del club. | CE Ferreries

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La toma de posesión del nuevo grupo directivo del CE Ferreries, presidido por Damià Marquès, resultó accidentada. Una de las piedras angulares del nuevo boceto azulgrana se caía, según el nuevo mandatario, a los pocos minutos de conocerse el resultado de la elevadísima participación electoral. «Víctor Pérez nos ha fallado», sentenciaba ayer Marquès.

El entrenador canario «me había dado su palabra que esperaría hasta el día 15 para cerrar el acuerdo que teníamos pactado tras varias reuniones. Ser nuestro coordinador y entrenador del equipo de Regional». Sin embargo, en una conversación telefónica mantenida el viernes, pasadas las once de la noche, «en la que se mostró esquivo y poco claro», el dirigente zanjó la llamada con una pregunta: «Víctor, ¿quieres venir a trabajar a Ferreries, sí o no?». Y la negativa por respuesta.

Pérez había mantenido al presidente electo al tanto de sus contactos con el Migjorn y el Sant Lluís, «quizá nos subestimó al ser una candidatura cuando contactamos con él. Temía que no ganáramos y quedarse si nada». En el último diálogo mantenido, Pérez manifestó a Marquès que ayer debía contestar a esos clubes. El pacto saltaba por los aires.

La estrenada junta ha contactado en las últimas horas con un par de opciones que puedan asumir el doble cargo técnico.