La presión maniató al grupo de Lluís Vidal, que estuvo muy por debajo de sus posibilidades | Josep Bagur Gomila

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Desolación, tristeza, lágrimas amargas tras el pitido final. Al Mercadal se le escapó la oportunidad de seguir escribiendo su página más gloriosa en sus 90 años de existencia. El colectivo rojiblanco conoció las miserias del fútbol en la cita más importante de su historia; se dependía de lo que pasara en Sa Pobla, era la clave, pero lo primero era derrotar al Platges de Calviá, algo que entraba en la mente de todos y que al final se convirtió en una misión imposible.

La presión maniató al grupo de Lluís Vidal que estuvo muy por debajo de sus posibilidades ante un rival ordenado en defensa y que no se batió el cobre, encontró muchas facilidades y solo tuvo que aprovecharlas. El Mercadal fue ayer su gran enemigo y no logró conectar con el partido pese al apoyo del aficionado que respondió a cada golpe recibido.

La gran temporada realizada merecía un final más acorde, una oportunidad de pasear Es Mercadal por el territorio nacional y que club, jugadores y cuerpo técnico tuvieran esa recompensa a un árduo trabajo.

Quiso pero no pudo el Mercadal; atrapado por la histórica oportunidad, arrancó el partido con ganas pero sin tino, sin ganar la zona ancha. Buscó la superioridad en bandas en el inicio donde David Mas y Lacueva combinaron en un par de acciones. El capitán, enchufado, cruzó fuera la primera que tuvo (7') y poco después remató cerca del palo. Frenado mentalmente, el once rojiblanco no tuvo frescura ofensiva mientras Vidal reclamaba tranquilidad y así caminó la cita hasta el descanso, sin ocasiones y con un Platges que no se prodigó aunque tampoco se encerró atrás.

En el inicio de la segunda mitad comenzó a escribirse el drama. Javi jugó por banda y Marcos remató lejos del alcance de Óscar. El gol espoleó al aficionado y al Mercadal. Lluís Vidal metió a Clavijo y el equipo sacó la casta. Joel mandó arriba la primera oportunidad poco antes de que Jeroni desatara la ilusión tras cabecear a la salida de un córner. Se había hecho lo difícil, superar una situación adversa, el Mercadal se creció y era cuestión de minutos que llegara el 2-1. Lacueva puso a prueba a Vicenç tras recibir de Héctor y el propio ariete cabeceó cerca del palo con el meta batido.