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El Sporting Mahonés sigue peleado con la fortuna. A la precaria situación institucional se le suman los problemas físicos. Mati Borsot, técnico blanquiazul, deberá afrontar el partido de mañana a las 12 horas con cuatro bajas como mínimo aunque la lista podría ampliarse a siete efectivos. El técnico catalán no podrá contar con el lateral Carlos Barreda, sancionado por acumulación de tarjetas, ni con los lesionados Adrien Goñi, Dani Camacho y Lamin Kassana. A éstos se les tiene que sumar la duda hasta el último momento del guardameta Oliver Sánchez, que padece una posible microrotura fibrilar, y los centrocampistas Ton Alcover, que está enfermo, y Nacho del Moral, que arrastra problemas físicos.

El panorama pinta realmente mal para el Sporting Mahonés que no gana desde el pasado 16 de octubre (2-1 ante el Olimpic) y que actualmente ocupa la penúltima posición con 14 puntos, a tres de los puestos de permanencia. A eso se le suma que el rival de mañana, el Huracán Valencia, es un recién ascendido que parece haberle tomado la medida a la competición y se encuentra ahora mismo en la quinta posición peleando por entrar en los puestos del play off con 27 puntos.

El Sporting Mahonés, que está acusando esta temporada muchos problemas para marcar, de hecho es el equipo menos goleador de la competición de largo con 11 tantos en 16 partidos y uno de los que más ha encajado (29), tendrá enfrente a Paco, el tercer mejor portero de la categoría. En este sentido, un dato que llama la atención es que el exdelantero del Sporting, Marcos Jiménez, actualmente en el UE Sant Andreu, es el segundo máximo goleador del campeonato y él solo ha marcado casi los mismos goles que toda la plantilla blanquiazul. El ariete lleva 10 tantos.

El encuentro de mañana será especial por muchos motivos. El primero, porque será el último en Maó antes del parón navideño, lo que puede convertirse en el último choque del campeonato en caso de que los jugadores no regresen a Bintaufa el próximo día 2 de enero cuando están citados de nuevo. Otro punto será la despedida de Eloy, que jugará su último partido para marcharse a Lleida donde ha encontrado trabajo y que deja el club tras seis años de relación.