Los padres de Albert se desplazaron a Palma para sumarse a la bienvenida junto a amigos y autoridades. | miquel a. ca

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Una sonrisa de oreja a oreja disimulaba el rostro de cansancio de Albert Torres y David Muntaner, pese a haber viajado desde Colombia en primera clase, cuando anoche llegaron a Palma con la medalla de oro y el maillot arcoiris. Eran los distintivos que les acreditan como campeones del mundo de ciclismo en pista, en la modalidad americana. Había comenzado el momento de saborear con los suyos un sueño hecho realidad, aunque al ciutadellenc todavía le aguarda pasado mañana el recibimiento en Menorca.

Familiares, entre ellos los padres de Albert, desplazados a Palma a propósito, amigos, el director general de Deportes, Javier Morente, el presidente de la Federació Balear, el menorquín Arturo Sintes, o la campeona mundial de BTT, Marga Fullana, les dieron la bienvenida en Son Sant Joan donde el nivel de decibelios se disparó cuando los campeones irrumpieron por la puerta de acceso al hall de llegadas.

En total, un centenar de personas, muchas de ellas de la Penya Establiments, vitorearon a los pistards que han devuelto a Baleares a las mayores cotas del muno de las dos ruedas, y lucieron una pancarta de bienvenida alusiva a los campeones del mundo.

«Fue todo muy emocionante y ahora empezamos a darnos cuenta de lo que hemos conseguido por la repercusión que ha tenido el título en las redes sociales y después de haber recibido un montón de mensajes en el móvil», coincidían en señalar los dos protagonistas.

Albert Torres, aún sorprendido al ver a sus padres desplazados desde Menorca, argumentó las lágrimas que inundaron su rostro cuando recibió la medalla de oro en Cali porque «fue un cúmulo de sentimientos y, sobre todo, me acordaba mucho de 2013 cuando ganamos la plata pero se me pasó por la cabeza lo mal que lo pasamos para llegar a este punto».