Llull, en el umbral de jugar su cuarto Mundial

Destacan en la preselección española, además de la presencia del superlativo jugador menorquín, la convocatoria del joven ‘NBA’ Santi Aldama, cuyo padre y tocayo, exCAI y Bàsquet Inca, disputó los JJOO de Barcelona ‘92 con España, y en lo que significará su primera presencia con la absoluta; y la del base catalán Ricky Rubio, héroe en la cita mundialista de 2019 en que la selección conquistó el oro, y que retorna tras su ausencia en el Europeo del año anterior por lesión.

En ese sentido, subrayar que también la aparición de Llull en la lista deviene tras perderse el campeonato continental del verano anterior, cuando el jugador del Real Madrid se lesionó justo en el albor de la preparación de un torneo en el que España terminó colgándose el oro (y curiosamente el gran referente del colectivo de hace un año, el base norteamericano naturalizado español, Lorenzo Brown, tampoco estará en el Mundial, en su caso, por un problema en el hombro).

El cuarto

Llull, en caso de superar el ‘corte’ y contar entre ‘los doce elegidos’ que en la tercera semana de agosto acudirán a la latitud asiática (que salvo lesión u otro extraño, así será), disputará el que será el cuarto mundial de su carrera con la selección absoluta.

El primer compromiso mundialista del menorquín nos remite a Turquía 2010 (Llull había debutado un año antes, con el oro en el Europeo de Polonia), donde la selección hizo un sexto puesto, al caer en cuartos ante la Serbia de Teodosic, y en lo que la baja de Pau Gasol, que rechazó acudir para restablecerse de unos problemas físicos después de ganar su segundo anillo de la NBA con los Lakers, mermó sensiblemente el potencial español.

En 2014, y en nuestro país, Llull, con mayor impacto dentro del grupo, disfrutó de su segunda Copa del Mundo, en la que el desenlace no fue el esperado, puesto que una mermada selección francesa, sin Tony Parker, aunque sí con el jugador del Hestia Menorca, Edwin Jackson, a la sazón en las filas del Asvel Villeurbanne, cercenó el tránsito español (de nuevo en cuartos de final). Al fin, en 2019, y luego de tres títulos europeos y dos medallas olímpicas con la selección absoluta, Llull pudo abrazar metal en su tercer Mundial, el de mayor valía además.

Con un Ricky Rubio a un nivel estratosférico y liderando un colectivo en el que el mismo Llull dispuso un papel fundamental, España se hizo con la medalla de oro en China 2019 (segunda en la cita planetaria, tras la de Japón 2006).

Reeditar ese éxito dentro de un par de meses no se advierte un imposible. En función de que Estados Unidos no presentará una selección excesivamente potente (dentro de lo que sus márgenes le permiten), el que se recordará, en clave insular, como el cuarto Mundial de Sergio Llull, se presume como una ocasión idónea para demostrar al mundo (como ya ocurrió en el exitoso Europeo del año anterior) que en el baloncesto español existe vida y proyecto luego de los hermanos Gasol (afirmación que potencia también de modo absoluto el ramillete de éxitos cosechados por las selecciones de formación en los últimos lustros y en el presente).

Convocatoria

En ese recorrido hacia lo máximo sin embargo, surgen varias etapas, la primera, ejecutar la criba que reduzca a doce la lista inicial de dieciséis jugadores que hizo este miércoles pública Scariolo, acompañado del todavía presidente de la FEB, Jorge Garbajosa, en un acto en Madrid.

La misma la componen, además de Llull, Alberto Abalde, Álex Abrines, Santi Aldama, Darío Brizuela, Víctor Claver, Alberto Díaz, Jaime Fernández, Rudy Fernández, Usman Garuba, Juancho Hernangómez, Willy Hernangómez (quien por otra parte anunció su deseo de retornar a la ACB tras su periplo NBA), Joel Parra, Jaime Pradilla, Ricky Rubio y Sebas Sáiz.