El Made in Menorca salió reforzado del final de partido y en la prórroga no dio opción | Gemma Andreu

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Arenys Bàsquet 76
Made in Menorca 82

El Made in Menorca se anotó este sábado en pista del Arenys Bàsquet su quinta victoria en seis jornadas. Los visitantes completaron una gran primera parte en la que maniataron a los catalanes, pero no lograron plasmarlo en el marcador y en la segunda mitad sufrirían ante el empuje local. Al final, el Made in Menorca superó su peor momento y reforzado anímicamente logró alcanzar una prórroga en la que ya no daría opción al Arenys (76-82).

Las defensas mandaron por encima de todo y de hecho un equipo tan anotador como el catalán se quiedó en unos porcentajes muy bajos. Los menorquínes brillaron atrás y además, en ataque, supieron hacer valer su juego interior para marcar la diferencia y coger una buena renta, 12-20, para liquidar el primer cuarto. El segundo siguió el patrón del primero, defensas intensas y solidarias, y mucha presencia de los postes altos visitantes en ambos aros. La diferencia en torno a la decena de puntos siguió bailando arriba y abajo durante bastantes minutos. El equipo menorquín dominaba más el partido y sobre todo se encontraba mucho más cómodo en ataque, mientras que por contra el Arenys era preso de la precipitación. Pero en esta fase decisiva los menorquines no supieron apuntillar el luminoso y un par de errores evitables impidieron que la renta al descanso fuese mayor (28-38). A la vuelta de vestuarios el partido dio un vuelco, se acabaron las defensas cerradas y las precauciones y el juego se convirtió en un precioso intercambio de golpes. Los barceloneses salieron a por todas y su oponente algo dormido, el Made in Menorca se relajó y entonces sufrió a uno de los equipos más anotadores de la Liga, dejando que Arenys respirara y se metiera en la pelea.

En el cuarto periodo todo fue mucho más tenso y trabado, con ambos quintetos compartiendo errores y aciertos casi a partes iguales. Los locales remontarían poco a poco, con mucho sufrimiento y generoso desgaste físico. El duelo se puso bonito y muy emocionante, hasta que a falta de poco más de un minuto dos jugadas puntuales sin suerte y un triple local coloca al Arenys dos arriba. De ahí al final, con muchos nervios, el desacierto siguió reinando a ambos lados de la pista pero el cuadro balear aguantó, tuvo un pelín más de acierto y logró empatar un partido que bien pudo ganar en una última posesión en la que pasó de todo (72-72).

El Made in Menorca salió reforzado del final de partido y en la prórroga no dio opción. Una vez conseguido el bonus de faltas, algo que les había estado perjudicando mucho, el equipo visitante cogió una renta de +6 que supo manejar con mucho oficio para no dejar opción alguna (76-82).