Varios jugadores del Sant Lluís; el club se siente maltratado por la Federació. | Javier Coll

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La Federación Española de Baloncesto cuestionó días atrás a los clubes del grupo EA de liga EBA (sector valenciano-murciano, que asume al balear en la segunda fase), entre los que se encuentra el CCE Sant Lluís, para que el CB Almería, perteneciente geográficamente a la conferencia andaluza, sea incluido en el mismo en la temporada 2014/15. La petición, instigada por el propio conjunto almeriense, es idéntica a la que efectuó hace varias semanas la entidad de Ses Canaletes, en su caso para  competir en la zona de Catalunya, y que fue rechazada. El Sant Lluís aprueba la inclusión del Almería, pero se siente maltratado y habla de «agravio comparativo».

El Almería formuló su solicitud a la Española durante la semana anterior, y ésta la hizo llegar a los clubes vía federación autonómica el pasado lunes. El Almería disputaría la primera fase con los equipos de Valencia y Murcia, y de obtener el pase, se encontraría en la segunda con Sant Lluís y Andratx (que también apuesta por la admisión del equipo andaluz) y los otros equipos calificados del sector valenciano. El extremo está pendiente de aprobarse, pero el Sant Lluís interpreta que al margen de que prospere o no, desnuda que «la intención de la Federació Balear, desde un primer momento, fue la de formar el grupo balear de EBA desatendiendo nuestra petición de militar en el grupo catalán», reflexiona el mandatario lluïsser, Rosendo Pons.

El Sant Lluís, reunido en junta directiva hace un par de días, decidió dar el O.K. a la admisión del Almería –el plazo para responder apagó ayer miércoles a las 13 horas–, que en ningún caso ha sido sometida a la asamblea general de la FEB, «como sí se nos exigía a nosotros para estar con los catalanes». «Entendemos al Almería y por eso le respaldamos, como hace su federación. Pero a nosotros nos habría gustado contar con ese soporte. En ese sentido, el Sant Lluís reitera en sus críticas hacia el ente federativo que preside Jaume Estarellas, al que responsabiliza de velar «por sus intereses en lugar de mirar por los clubes». «Ellos querían la EBA balear bajo cualquier concepto, por eso estamos seguros de que ni trasladaron nuestra propuesta ni realizaron los movimientos correspondientes para satisfacerla», zanja Rosendo Pons.